RSC

Verificación de la sostenibilidad… las cuentas claras

Los auditores reclaman un “papel activo” en desarrollo de la Directiva de Información corporativa sobre sostenibilidad y alerta de la necesidad de establecer “criterios claros” para su verificación

El sector, reunido en Sitges (Barcelona) en la 31ª edición del Fòrum del Col·legi, aboga por el necesario diálogo con el regulador y pone énfasis en la importancia fundamental del marco técnico de la Directiva

La nueva Directiva de Información corporativa sobre sostenibilidad requiere un marco adecuado y con “criterios claros” para su elaboración y verificación, para evitar una pérdida de confianza respecto del valor de este tipo de información.

Los cambios previstos en la Directiva de la Comisión Europea, todavía en fase de consulta, serán de aplicación en los informes de 2024, es decir, los referidos al ejercicio 2023.

Los Fondos Next Generation son una oportunidad, pero también un riesgo si no se controlan de forma adecuada y desde un criterio de eficiencia. Está en juego la confianza de la ciudadanía y también la de la Unión Europea en su conjunto.

Sostenibilidad y calidad

Se justifica el cambio normativo que supone la Directiva porque el crecimiento debe estar vinculado a la sostenibilidad. El desarrollo sostenible es esencial para la economía y las organizaciones deben tomar conciencia de que las obligaciones relacionadas con la información no financiera van a ser, no inicialmente, pero sí con el tiempo, iguales (en términos de regulación, supervisión y control) a las que operan en el campo de la información financiera.

Para la información (financiera y no financiera), la confianza en el control interno de la organización y en los sistemas tecnológicos que generan los datos son aspectos clave.

La calidad es condición necesaria para la publicación de los informes con el fin de evitar el riesgo vinculado al “gap de expectativas” por parte de quienes son los destinatarios de la información contenida en el mismo.

La Unión Europea no va a establecer una reserva de actividad para los auditores en la verificación de las Memorias de RSC

El proceso regulatorio y normativo relacionado con la práctica de la auditoría de cuentas en España ha llegado a su fin con el nuevo Reglamento de la Ley de Auditoría de Cuentas: se ha reducido la incertidumbre regulatoria y hay con reglas claras, y todo con un alto grado de consenso.

Está todavía lejana la concreción de una nueva reforma de la actividad auditora que se pretende llevar a cabo desde instancias europeas al objeto de minimizar los casos mediáticos pero excepcionales de fraude empresarial. Eso sí, quizás se deberían desarrollar específicamente auditorías de fraude adicionalmente a las auditorías de estados financieros, ya que estas últimas no están concebidas para detectar fraudes, sin perjuicio de su indudable valor para la transparencia y confianza en las cuentas divulgadas.

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