Desde mi posición como responsable de Robeco Iberia y Chile, y bajo el prisma de la Sostenibilidad, que es lo que más nos caracteriza, me gustaría compartir una serie de reflexiones que, seguro, están influidas por el momento tan excepcional en que vivimos
En tan solo unos días el mundo ha cambiado. Los cánones aparentemente asentados, de poder, individualidad, imagen e indolencia han quedado obsoletos, dando paso a un mundo más vulnerable en el que a todos, independientemente de la raza, cultura o religión, nos pone en un mismo lugar. Donde la salud es el bien más preciado, donde estamos redescubriendo el significado de la palabra “hogar”, donde la dependencia mutua resulta la clave del éxito si entendemos el éxito como lo que realmente es, un sentimiento colectivo, y donde ayudarnos resulta la mejor práctica a nuestro alcance para vencer esta situación.
Este nuevo mundo también está lleno de miedo ante el alcance global del brote de la COVID-19, de impensables efectos a nivel sanitario y social en nuestros días, así como de sus temidas consecuencias económicas a todos los niveles. Pero no deberíamos permitir que estos miedos nos lleven al pánico nublando nuestro entendimiento porque, primero, saldremos de ésta como ya ha pasado en la historia y, segundo, saldremos un poco más sabios pudiendo así dar comienzo a una nueva etapa, una nueva oportunidad de hacer nuestra mejor versión y de encontrar una mejor manera de hacer las cosas. Y esto, aplicado a nuestro pequeño mundo, el financiero y la incertidumbre que nos rodea, sólo nos deja el saber gestionarlo bien y evolucionar hacia los nuevos paradigmas.
Creo sinceramente que la Sostenibilidad de la que tanto se ha hablado últimamente, y aquí hablamos de desarrollo sostenible, es uno de estos nuevos paradigmas a desarrollar. Como planeta, para evitar la desforestación, controlar la contaminación y conservar la biodiversidad. Como sociedad, para volver a abrazar aquellos valores olvidados mediante los cuales las pequeñas cosas eran, sin lugar a duda, las más grandes y, como industria, donde no se trata sólo de conseguir el mejor resultado financiero, sino del “cómo”, variable clave en la ecuación. Y para esto, deberemos observar asuntos diversos como la escasez en el empleo de los recursos naturales, la eficiencia energética, la problemática medioambiental, la justicia social o el propio desarrollo tecnológico, y esto sólo se consigue de una manera: poniendo a trabajar el dinero en esa dirección.
Invertir en sostenibilidad no es tan sencillo como se pretende últimamente. En Robeco todo el mundo conoce que forma parte de nuestro ADN, y aunque nos queda mucho todavía por recorrer, es ahora cuando su predicamento debe servirnos y servirte más que nunca.
En definitiva, quizás todo esto nos sirva para entender que hay otra, o mejor dicho, que hay una mejor manera de hacer las cosas.
Ana Claver Gaviña, CFA, Country Manager Robeco Iberia y Chile