La acústica en las oficinas es productiva: hasta 1.600 euros anuales de promedio por persona
El entorno acústico de los edificios tiene un impacto significativo sobre el confort, productividad y bienestar.
El confort acústico en el lugar de trabajo, especialmente en oficinas abiertas, puede contribuir a una mejora de la productividad entre el 2 % y el 3 %.
El aislamiento de lana de roca de ROCKWOOL reduce la transmisión del sonido, contribuyendo a una buena acústica del entorno de trabajo.
El concepto abierto de oficina prioriza la amplitud, en detrimento de la segmentación del espacio. Con menos paredes en el interior, el absorbente y también el aislamiento acústico, tanto de techos, separaciones interiores o las paredes de la propia envolvente del edificio, pueden provocar ruido excesivo, tanto del interior como del exterior.
“El ruido en las oficinas es un factor de estrés.
Contar con un buen aislamiento y absorbente acústico es crucial para garantizar la salud de los empleados y empleadas en el lugar de trabajo”
Miguel Ángel Gallardo, ROCKWOOL
El ruido en las oficinas, perjudicial para la salud de los profesionales
Las últimas evidencias científicas sugieren que el ruido de las oficinas abiertas tiene un efecto directo sobre la salud de los trabajadores. Un estudio de la Universidad de Cambridge revela que el ruido puede reducir el bienestar psicológico y empeorar el estado de ánimo de las personas.
El ruido provoca molestias, ansiedad, estrés, insomnio y trastornos de sueño y trastornos cardiovasculares (cardiopatía isquémica, hipertensión o ictus).
El aislamiento acústico puede proteger contra la contaminación acústica a todas aquellas personas que viven y trabajan en edificios, una mejora que no puede hacerse sin contar con unos materiales adecuados.
Un aislamiento acústico y térmico del edificio mejora las condiciones acústicas y el consumo de energía.