Paco Carrión, el artista es fiel exponente del arte total: cineasta, músico, pintor y dibujante colorista, lumínico, desbordante y compulsivo
Fue la estrella del Salón del Cómic de Granada
Admira a Eisner, a Corben y a Moebius. En 2010 coincide en la revista «La Cruda» con Moebius, Max, Pere Joan o Martí. En 2020 funda su propia editorial SALUTEM PLURIMAN EDICIONES donde ya ha publicado dos volúmenes de los ARCHIVOS ARTRODÉSICOS. Actualmente prepara el tercer volumen, así como el cómic distópico EL SINDROME GOLDBERG junto a María Leda.
- ¿Cómo fueron tus inicios como artista?
Mi primer recuerdo es dibujando toros, panteras y leones en sitios inadecuados por toda la casa. Tenía 3 años. Es casi innecesario decir que desde que recuerdo yo quería ser pintor. Mi formación comenzó a los 7 años con Purificación Adán, pintora paciente y generosa que me enseñó los fundamentos del dibujo y la pintura, cuando yo salía del colegio. Del mismo modo compaginé el Bachillerato con la Escuela de Artes y Oficios. Fue la época del primer intento de hacer un fanzine en Ciudad Real. Cuentos, poesías, artículos, ilustración y cómics. Surreal Ciudad nunca vio la luz, pero aquel proyecto fallido y lleno de ilusión a mi personalmente me marcó mucho, afianzó mis ganas de seguir en esta senda y ramificó mis intereses. Así, con 14 años me dije: Definitivamente quiero ser pintor y dibujante de cómics y vivir de ello.
- ¿Es importante tener estilo propio para dedicarse profesionalmente al grafismo y la ilustración?
Para mi es básico e imprescindible, pero no absolutamente necesario. Hay muchísimos ilustradores, pintores y dibujantes que viven de esta profesión y sus obras serían intercambiables. Pero indudablemente tener un estilo propio reconocible es lo que marca la diferencia. No es fácil evidentemente. Es como crear una marca distintiva. Pero ha de ser una marca sincera, limpia, abierta a la evolución y no a la repetición. A veces se confunde la repetición con el estilo propio. El estilo tiene más que ver con la verdad. Y justamente por eso la repetición frustra la evolución, porque no escucha nuestra necesidad interior. Sólo reitera una formula que funcionó y justo por repetirla le quita el valor que tuvo. Cuidado con la repetición. Y no olvidemos que casi siempre es el estilo el que te encuentra, con lo que no es bueno obsesionarse. Yo tengo un estilo variable y disruptivo. Encuentro una forma distinta de decir en cada cosa que he de contar.
- ¿Cómo ha evolucionado tu estilo a lo largo de tu trayectoria profesional?
La evolución ha sido constante y a todos los niveles, desde el cromático al temático. Pero antes una pequeña aclaración. Desde nuestra infancia somos esponjas que asimilan influencias e inevitablemente vamos acumulando experiencia y horas de excelencia en nuestro oficio. Y esa es la base de la evolución. Es decir la evolución es un hecho natural e inevitable.
Nunca le he prestado demasiada atención a la evolución porque he estado ocupado dibujando y pintando. Pero ahora con la perspectiva del tiempo puedo decir que mi toda mi obra se ha ido enriqueciendo y que en definitiva se ha hecho mejor, porque el resultado está cada vez mas cerca de lo que pienso. Sé mejor como contar las cosas y como pintarlas, ilustrarlas e iluminarlas.
Mis temáticas se han complejizado, al igual que el color, la dicción, el trazo y la pincelada. Cada día soy más preciso y tengo mis herramientas ( mi cerebro, mis manos, mis ojos) mejor entrenadas.
- Tienes predilección por alguna técnica, soporte o medios concretos?
En pintura me decanto por el óleo sobre tabla, o sobre tabla entelada. Para dibujar lo que mas disfruto y uso es un pincel y un bote de tinta india negra. Para la plumilla es mejor una tinta menos espesa. Para colorear, tintas de colores y acuarela.
Esto es con lo que estoy más cómodo, pero a lo largo de mi vida he tenido trabajos tan dispares que cada uno de ellos ha requerido una técnica, un soporte y una forma de hacer distintos.
- ¿Cómo puedes ser tan prolífico? ¿Usas algún método ultraeficaz para gestionar y conjugar tiempos de trabajo y momentos de «mala vida»?
No se cómo me las apaño. Pero te contaré una anécdota. Hubo un día en que estuve trabajando en una productora desde las 10 de la mañana a las 12,30 de la noche. Dibujando y diseñando sin parar. Acabe esa jornada realmente hecho polvo. Bien, cuando llegue a mi casa una hora después me puse a garabatear en un rincón de un papel y sin darme cuenta estuve otras 3 horas dibujando y gaste un Boli Bic. Me relajé de tanto dibujar, dibujando.
No he encontrado métodos para compaginar los momentos de trabajo con la “mala vida” que no supongan esfuerzo y cierta disciplina. Supongo que solo hay uno: llevar una «buena vida». La clave, si está en algún sitio, está en la «mala buena vida».
- ¿Qué son Los Archivos Artrodésicos?
Estos archivos son mis diarios. Los comencé en el Hospital del mar, el mismo día que salí de una operación donde me aplicaron una artrodesis lumbar con implantes de titanio. Así pues, os encontraréis con un seguimiento postoperatorio exhaustivo, un análisis de la evolución y un estudio de las secuelas. Todo narrado con mucho humor, mucha sinceridad, mucha esperanza y desde el corazón.
Una mezcla de Cómic, Diario Ilustrado y Libro de viajes. Narrativa gráfica expresionista, discontinua, desbordante y heterogénea. Incalificable Aventura Gráfica Interior.
Viaje al centro de mi hipotálamo, al zócalo de mi cerebro. Un striptease del alma.
Mi corazón al desnudo.
- ¿Qué cosas y proyectos te preocupan o te tienen abducido en la actualidad?
Una vez publicados los dos tomos de 250 páginas cada uno de Los Archivos Artrodésicos vamos a por el tercero. Son una mezcla de diario ilustrado, libro de viajes y meta cómic. Otro de los proyectos es exponer la ingente cantidad de obra tras 15 años en Barcelona. Seleccionar la obra y diseñar las exposiciones es otra de las cosas que mas me ocupan las neuronas. Todos los proyectos han de ser propuestas interesantes tanto para el ilustrador como para el espectador.
Intento salir de la zona de confort y ofrecer en la medida de lo posible, arte de riesgo, con soportes no convencionales, pero no por ello menos validos. Uno a corto-medio plazo es una revista que recupere el espíritu de las extintas revistas de cómics de los ochenta. También merece la pena explorar mi relación con Goya como un proyecto independiente y total.
- ¿Dónde prefieres encontrarte una obra tuya; en la pared de un museo (cuadro/academia) o en la estantería de un adolescente (cómic/underground)?
En ambos estoy cómodo. Me gusta que mi obra la disfrute el máximo de gente, indistintamente de su condición económica, cultura, raza o etc. También me gustaría ver mis cómics en un museo, porque conozco al menos a dos adolescentes que tienen cuadros míos en sus habitaciones. Lo importante de un Museo es que no se convierta en la fría y elitista nevera en que a veces lo quieren convertir. Pero eso ya es otro tema y otro negocio.
- Por orden de importancia en tu vida y en tu obra nómbrame tres discos, tres libros, tres cómics y tres películas.
Es la típica pregunta que a veces cuesta años responder. No se si por orden de importancia, pero son estos:
- Discos: Siroco de Paco de Lucia. Tubular bells de Mike Oldfield. Hot rats de Frank Zappa.
- Libros: Saga Dune de Frank Herbert. Saga Fundaciones de Isaac Asimov. Endymión de Dan Simmons.
- Cómics: Spirit de Will Eisner. Mundo Mutante de Richard Corben. El Garaje hermético de Jerry Cornelius de Moebius.
- Películas: Los olvidados de Luis Buñuel. 2001 una odisea del espacio de Stanley Kubrick. F de fraude de Orson Welles.
- ¿Qué le dirías o aconsejarías a esos chavales jóvenes que empiezan o quieren empezar y dedicarse profesionalmente a este mundo?
Que amen profundamente lo que hacen. Que lo defiendan. Que nunca tiren la toalla. Que no dejen de luchar. Que dibujen todos los días. Que nunca se quiebren. Que intenten ser flexibles como el junco ante el huracán, porque este mundo puede ser incluso cruel. También muy placentero y con muchas recompensas, pero es un camino de trabajo duro y dedicación. Dicho esto, lo más importante es vivir con plenitud y sin traicionarse a si mismo. Somos como somos, y hay que aceptar nuestra luz pero también nuestra oscuridad. Nuestra obra y nuestro entorno nos lo agradecerán.