¿El mundo es mejor gracias a tu empresa?
Eso preguntó Paul Polman en el segundo Little Big Conversations, de Sustainable Brands® Madrid celebrado, en colaboración con Andema el 27 de junio en Madrid.
Para Sandra Pina es necesaria transformación de la Humanidad para aprovechar las oportunidades del momento. También, la escucha, el papel de los jóvenes en la empresa para construir el cambio, la urgencia de ser capaces de mover las barreras, evitar la gestión incrementalista, provocar cambios sistémicos y contar con líderes valientes y comprometidos.
Los ODS liberarán 12 trillones de dólares esta década, creando 380 millones de empleos
«el que el coste de no actuar es muy superior al de actuar, pero es imprescindible devolver a los negocios una perspectiva humana”
- Transformación humana, de corazón: esto no es una crisis de cambio climático o de desigualdad o de seguridad alimentaria.
En realidad, es una crisis de dolor, de apatía, de egoísmo. Es una crisis humana. No se puede dar una transformación de la empresa o una transformación sistémica sin transformación humana. Si no pasa por el núcleo, el corazón, que es realmente de donde viene la palabra coraje, no funciona.
- Cooperación de los líderes para el cambio sistémico: «uno más uno son once».
Si reunimos una masa crítica de directores generales por sector industrial en toda la cadena de valor, juntos, se vuelven más valientes. La dinámica es que emergen hacia arriba, no se hunden hacia abajo. Y se pueden abordar cambios sistémicos, cosas que ninguna empresa puede hacer sola. Cómo pasar al algodón regenerativo, cómo cambiar las normas laborales en la cadena de valor, cómo comprar conjuntamente energía verde…
- No basta con ser menos malo: El 28 de julio se terminan los recursos naturales disponibles para 2022 en el planeta, y hasta que acabe el año se los estaremos robando a las generaciones venideras.
Las medidas que estamos tomando en la actualidad claramente no están funcionando. El cambio climático sigue aumentando, la desigualdad también, como señalan todos indicadores de los ODS, los informes de sostenibilidad de las empresas, la COP26 … lo único que intentamos es ser un poco menos malo, un poco menos de plásticos en el océano, un poco menos de emisiones de carbono, un poco menos de deforestación. Pero cuando se han sobrepasado los límites planetarios, menos malo no es suficiente.
- Volver al propósito: Cuando Lord Leverhulme fundó la empresa a finales del siglo XIX en Fort Sunligh, su misión fue hacer de la higiene algo común, cuando en la Gran Bretaña victoriana, uno de cada dos bebés no pasaba del año.
Le movía la misión, resolver un problema social, no el accionista, no el afán de riqueza. De nuevo, ahora, la mejor manera de empezar es a menudo volver a las raíces de la empresa. ¿Por qué estás aquí? ¿Cuál es tu propósito? Sabiendo que un buen propósito considera a todas las partes interesadas y optimiza a todas ellas, incluyendo en última instancia, al accionista. Si el accionista no se beneficia a largo plazo, no tiene sentido. En el caso de Unilever, conseguimos en diez años un 300% de retorno para el accionista.
- Romper las barreras; objetivos, no logros: El propósito cambia nuestra mentalidad y consigue que distingamos entre los objetivos necesarios de los objetivos alcanzables.
A mi llegada a Unilever cambiamos un consejo de administración de 12 hombres europeos por un consejo de administración paritario y multicultural, y establecimos 50 objetivos. Y, gracias a que establecimos objetivos tan agresivos, en realidad terminamos en un lugar diez veces mejor que donde habríamos estado de otro modo. Siendo líder en sostenibilidad, Unilever había tardado unos 100 años en tener un 15% de fuentes sostenibles. Ahora es un 95 %. Si no te hacen sentir incómodo, los objetivos no son lo suficientemente buenos. Y si sabes cómo llegar a ellos, entonces no son objetivos reales, son simplemente logros.
- Arraigar la sostenibilidad en la empresa: La estrategia de tu empresa debe ser la sostenibilidad.
No es una asignatura optativa, no funciona como un departamento más dentro de la empresa. Los proveedores sostenibles, la energía verde, los derechos humanos, fabricar con cero residuos son la base que te asegura que luego las marcas -en definitiva, tu conexión con los consumidores- también sean sinceras. Y eso suele fallar. Las empresas piensan que con poner una pegatina en la marca ya tienen la mitad del trabajo hecho. No es así. Hay que poner la sostenibilidad realmente en el centro de la marca.
- Líderes jóvenes, empáticos, con verdad: las compañías dirigidas por líderes con mayor sentido de humanidad, más empatía, movidas por un propósito, con pensamiento multigeneracional, que abrazan las asociaciones son las que están teniendo más éxito.
En estos tiempos de incertidumbre necesitamos líderes que ofrezcan verdad, confianza, que creen vínculos estrechos con los stakeholders más importantes, que son los empleados. Vemos ahora muchos líderes milénicos movidos por el propósito, a los que se les ha de dar responsabilidad. El 50% de la población del mundo es menor de 30 años.
Fuente: “Impacto Neto Positivo: Cómo las empresas valientes prosperan dando más de lo que reciben” (Paul Polman y Andrew Winston), mejor libro de negocios por el Financial Times, The Economist, The New York Times y Bloomberg.