Tradicionalmente se ha vinculado la retribución variable a métricas financieras (ventas o beneficios)
Sin embargo, existen sistemas de remuneración variable ligados al cumplimiento de objetivos de sostenibilidad.
- BBVA aprobó una nueva política de remuneraciones que incluye métricas relacionadas con la sostenibilidad en la retribución variable de los consejeros ejecutivos relacionada sobre todo con la movilización de financiación sostenible.
- Banco Santander vincula los bonus de sus consejeros ejecutivos a diferentes objetivos cuantitativos como el retorno sobre capital tangible (RoTE), pero este ratio a su vez está sometido a una evaluación cualitativa que amplía o reduce su alcance, y que incluye el grado de avance de los compromisos asumidos para impulsar la agenda de banca responsable del grupo tal y como recoge El País.
- Mapfre recientemente acaba de comunicar incluirá el cumplimiento de los mismos como parte de la retribución variable de los 250 principales directivos del Grupo en el mundo.
- Y es que muchos inversores apoyan e incluso instan a aplicar estos cambios. Según Harvard Law School Forum on Corporate Governance, el 86 % de los inversores consideran que las métricas ASG son una medida adecuada para incentivar a los ejecutivos en línea con Institutional Shareholder Services (ISS).
Pero no se trata de meras recomendaciones, existe extensa literatura e investigaciones que determinan que la integración de los criterios ASG está relacionada con un menor coste del capital. En este sentido, el paper Relationship between the Cost of Capital and Environmental, Social, and Governance Scores: Evidence from Latin America determina que cuanto mayor sea la práctica de ASG, menor será el precio económico de la empresa para atraer capital.
Asimismo, esta investigación pone de manifiesto que un aumento de la transparencia en referencia a los procesos internos y sus procesos de gobernanza podría convertirse en un motor esencial para la creación de valor para las empresas y una mayor confianza de los inversores.
Por todo ello, elegir KPI significativos es fundamental. Los inversores solicitan que las empresas tengan objetivos ASG cuantificables y medibles y que revelen por qué creen que los objetivos elegidos son los más importantes para ellos, según señala el informe de ISS anteriormente citado. Para lograr la combinación adecuada, es importante que los directivos elijan cuidadosamente estos KPI ASG en sus programas de retribución para que repercutan de manera positiva a la compañía y bajo ningún concepto puedan ser percibidos como meras acciones de greenwashing.
Con todo esto en mente, resulta evidente que la mayoría de las empresas tendrá que hacer frente a este nuevo escenario y abordar el reto que implica la redefinición de sus políticas retributivas a elementos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, o definir unas nuevas que tengan en cuenta estas variables.
Foto de Andrea Piacquadio