RSC

Retos de la RSC

Gestionar datos, reporting, adaptarse a la cambiante normativa y manejar las expectativas de la alta dirección

La tecnología será esencial en el cumplimiento de los nuevos estándares y requerimientos regulatorios en materia de información no financiera.

La sostenibilidad es transversal y su gestión se consolida como una parte estratégica del negocio. El experto en Sostenibilidad, o Chief Sustainability Officers (CSO) se enfrenta a una realidad cambiante y a nuevos requerimientos en el desempeño de su actividad.

La gestión de los datos y su reporting o comunicación

Las empresas generan gran cantidad de información, y entre toda ella, existe un elevado volumen de datos ASG que es necesario identificar, recoger, compilar, procesar e interpretar, repartidos entre diferentes departamentos, sistemas, archivos… La tecnología es hoy un elemento fundamental para conseguir gestionar todos estos datos, y lo será cada vez más a medida, según aumenten los requerimientos regulatorios.

Un tratamiento manual requiere un gran esfuerzo y dedicación de tiempo por parte del CSO, que además puede incurrir en errores que pueden evitarse si se emplean herramientas de automatización. Asimismo, esos datos deben analizarse, y hay análisis predictivos y detallados, como detectar riesgos, oportunidades, tendencias o correlaciones, que sería casi imposible realizar sin tecnología.

“Toda esa información debe ser reportada a la alta dirección, pues es estratégica para la toma de decisiones de la compañía.

una herramienta adecuada facilita el seguimiento, el análisis de resultados y el proceso de reporting”

Johanna Gallo, APlanet

La adaptación a los cambios regulatorios

En 2023, los CSO tendrán que ir preparando a sus organizaciones para cumplir la CSRD, que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2024. Desde entonces, el reporte de información no financiera se tendrá que realizar mediante el Formato Electrónico Único Europeo (ESEF) que es el estándar que se utiliza desde 2021 para los informes financieros.

Por otro lado, el Grupo Asesor Europeo de Información Financiera (EFRAG) acaba de publicar un borrador con los Estándares de Información de Sostenibilidad de la UE (ESRS), que pretenden homogeneizar el reporte en materia ASG, y se irán incorporando nuevos estándares específicos para cada sector y estándares adaptados a las pymes.

La Taxonomía Europea plantea serias dudas a muchas compañías, que están impacientes por saber qué obligaciones van a tener, así como los indicadores que van a tener que incorporar a sus métricas.

La gestión de las expectativas de la alta dirección

El CSO debe reportar periódicamente los KPI preestablecidos a la junta directiva, así como los cambios internos que se están llevando a cabo para reducir el impacto ambiental de la compañía y mejorar en todos los indicadores con los que se ha comprometido. Pero los resultados positivos de estos cambios no son siempre tan inmediatos en términos de rentabilidad de la inversión como a la alta dirección le gustaría, o a lo que está acostumbrada en otras áreas del negocio. Lidiar con esas expectativas y defender las decisiones adoptadas será otra de las tareas que debe asumir el responsable de Sostenibilidad.

“La medición del desempeño debe medirse en función del camino que esta haya elegido en su visión sostenible, y de acuerdo su propia realidad. Por ello, su evolución es única y personalizada, y no es comparable con la de otras empresas con otras realidades.

el avance hacia un negocio sostenible también requiere tiempo de transición”

Imagen: David Vela

 

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