«El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas. » William Arthur Ward
Desde nuestros comienzos, Barcelona Cultural, buscó cómo hacer atractivo uno de los recursos más hermosos de los que goza la ciudad condal desde su fundación: el mar Mediterráneo. Como empresa del sector del turismo y del ocio, buscamos proveedores de alta calidad y experiencia en todas las áreas para dar al cliente nuestro mejor servicio. En este caso, Business Yachtclub Barcelona, nos facilita toda la logística y experiencia para que el evento se algo inolvidable para nuestros clientes. Estamos hablando de regatas dirigidas –fundamentalmente- a empresas.
La «Regata Team Building» es una herramienta de motivación y formación desarrollada conjuntamente con expertos en habilidades directivas. Su metodología es experiencial, basada en el learning by doing, combinando sesiones indoor interactivas con la actividad náutica. Directivos de empresas que apuestan por la formación, la diferenciación y la mejora continua, ya lo han experimentado. Navegar implica trabajar en equipo, comunicarse eficazmente, tomar decisiones, estar orientado a resultados y, además, una buena dosis de motivación. Es una excelente forma de poner a prueba de los directivos más bregados, sorprendiéndoles e induciéndoles a la reflexión y al cambio actitudinal sobre el trabajo en equipo.
Un team building a medida, que alcanza su punto culminante con una regata de competición en la que se enfrentan los directivos repartidos entre dos o más equipos. De hecho, tras un breve «cursillo» en el arte de la vela, los asistentes se convierten en la tripulación de un velero J-80, con la asistencia de patrones profesionales. La actuación del equipo ante el reto y las dificultades determinará el resultado de la regata. Conviene saber que siempre, antes de navegar, se celebra una primera sesión indoor de reflexión sobre el trabajo en equipo y, tras la regata, otra en la que se extraen aprendizajes de la jornada, que se los participantes podrán trasladar a su ámbito profesional.
El programa suele durar un día o media jornada dependiendo de las necesidades de cada empresa. Se imparte en pleno centro de Barcelona, en el Port Olimpic, si bien se puede trasladar a otros puntos marítimos de la geografía española. Si la agenda no permite insertar un día entero de team building, una regata puede resultar un gran incentivo después de una conferencia empresarial. La presentación personalizada –o bien en el hotel del cliente o bien frente de los barcos sobre los que surcarán las aguas- mostrará los conceptos básicos de las regatas y las capacidades de este velero de alto rendimiento. Al mismo tiempo se utilizarán diferentes metáforas para evidenciar las similitudes entre la navegación deportiva y el entorno empresarial. Su duración es de tres horas (mañana o tarde) y los participantes pueden llegar hasta los 250, organizados en grupos de ocho equipos.
Tras recoger a los futuros marineros en su hotel, se les traslada al puerto donde se llevará a cabo el evento. Se recibe a los clientes que, acompañados hasta los barcos, se les hace un briefing de bienvenida, donde se explica los objetivos de este team building centrados en la máxima participación de los tripulantes, se da a conocer las previsión meteorológica y se lleva a término la presentación de la regata con la asignación de los patrones que estarán al frente de cada embarcación, explicándose las instrucciones de seguridad y… ¡a zarpar!
Las regatas se desarrollan en circuitos a barlovento-sotavento con mangas cortas y un mínimo de 3 regatas. Acabadas las mismas, se regresa a puerto de forma escalonada y se desembarca en el punto de partida, donde se celebra la participación de todos los concursantes con una copa de cava y la correspondiente entrega de medallas a los ganadores de la regata.
Existe una variante -«Caza del tesoro»-, que consiste en una yincana en el mar en la que los distintos equipos participan en un juego de competición, donde el ganador es aquel equipo que llega primero a descubrir el tesoro, tras un trepidante recorrido entre las diferentes boyas colocadas al efecto, utilizando cartas náuticas, GPS y el auxilio de un instructor a bordo.
Tras la intensidad de la media jornada en el mar, Barcelona Cultural ofrece a sus clientes la posibilidad de comer (o cenar, dependiendo de cuándo se escoja hacer la regata) en el mismo puerto dentro de la variada y exquisita gastronomía portuaria. Además, hay clientes, que ya han elegido hacer un tour cultural por la ciudad condal con nosotros esa misma mañana –antes de la apasionante regata- o por la tarde si le caso se presenta al revés.
Puesto que la cultura empresarial abarca aspectos de los más variados –competitividad, compañerismo, liderazgo, resolución de conflictos, etc.- siempre nos quedará por recordar –tal y como dijo el polifacético estadounidense William Arthur Ward «El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas».
Juan Ignacio Vargas Ezquerra
Barcelona Cultural