Tribuna

Quebró el SVB, el banco woke

SVB quebró ¿por culpa de la «wokenomics»? El Consejo de Administración solo se centraba en las políticas de diversidad e inclusión (DII) en lugar de en la gestión de riesgos

¿El Consejo de Administración solo se centraba en las políticas de diversidad e inclusión (DII) en lugar de en la gestión de riesgos?

Combinar beneficio y propósito

SVB financiaba empresas emergentes. Muchas de ellas trabajaban para ofrecer soluciones a problemas sociales y medioambientales muy necesarios.

Lo cierto que que la normativa ha obligado a los bancos a mantener:

  • Más capital que antes y a desapalancarse en gran medida
  • Grandes cantidades de «activos líquidos de alta calidad» para satisfacer los estrictos requisitos de liquidez.

Sin embargo, estos requisitos regulatorios se dirigen principalmente a los bancos globales y sistémicos, más que a los actores regionales.

En 2018, Estados Unidos flexibilizó la normativa Dodd-Frank que habría exigido que un banco como SVB se sometiera a pruebas de resistencia más frecuentes. Una implicación directa de estas consecuencias podría ser la necesidad de endurecer la normativa bancaria. Algunos ya están exigiendo una legislación que derogue la desregulación financiera de Trump.

Los legisladores también podrían ampliar los requisitos mínimos de capital a los bancos regionales más pequeños y a los que operan en la banca en la sombra, y desincentivar los comportamientos de riesgo reformando los sistemas de remuneración de los banqueros. Sin embargo, aunque se hubieran llevado a cabo, estas pruebas de resistencia sólo habrían detectado riesgos inusuales o extremos. Lo que podría haber ayudado en este caso es una supervisión sistemática mejorada. El banco tenía claros fallos de control de riesgos y reveló pérdidas, aunque no realizadas, en sus declaraciones a la SEC.

Se podría haber exigido que aumentara

  • Su capital el año pasado, cuando era menos vulnerable. T
  • Los intereses de sus cuentas de ahorro. Eso habría erosionado los beneficios, pero podría haber preservado la liquidez y mantenido la confianza.

¿Habrían podido preverlo los gestores de proyectos y los analistas de ESG?

El SVB fue defendido por sus credenciales sostenibles como empresa, ganando elogios y reconocimiento por la igualdad de género en el lugar de trabajo, la filantropía y la inversión responsable.

De un total de 900 fondos, el 3,3 % de los artículo 9 y el 2,6 % de los artículo 8 estaban expuestos a SVB.

Señales de alarma en relación con la gobernanza de SVB que deberían haber alertado

SVB tuvo los mismos auditores durante 30 años.

  1. El número de miembros del Consejo de Administración con experiencia en gestión de riesgos disminuyó de 11 a 8 en 2022.
  2. No tomó ninguna medida después de que BlackRock calificara su gestión de riesgos como deficiente.
  3. No contó con un director de riesgos durante la mayor parte de 2022, pero sí con un equipo de gestión de riesgos, un Marco de Gestión de Riesgos Empresariales, un Comité de Riesgos presidido por el presidente del Consejo, un Comité de Crédito y un Comité Financiero.
  4. El Comité de Riesgos se reunió 18 veces en 2022 (solo 7 en 2021). Se desconoce por qué el equipo de Gestión de Riesgos y los comités del Consejo del banco no previeron ni cubrieron el creciente riesgo de liquidez.
  5. SVB habría gastado 2 millones de dólares en actividades de lobby federal en favor de la desregulación bancaria: En 2015, Greg Becker, CEO de SVB, presentó un testimonio ante el Congreso argumentando que SVB, «al igual que nuestros comparables de tamaño medio, no presenta riesgos sistémicos» – y por lo tanto no debería estar sujeto a las regulaciones más estrictas, pruebas de estrés y requisitos de capital requeridos en ese momento.
  6. SVB creció exponencialmente en los últimos años, convirtiéndose en el 14º mayor banco de EE.UU. en 2022, con 200.000 millones de dólares en activos. Las presiones a favor de la desregulación chocaban con el crecimiento y el aumento del riesgo que estaba experimentando.

«Decir que la crisis se produjo porque el banco se centró en los objetivos de la DII, o que cualquier analista o gestor de ESG podría haberlo previsto, es bastante exagerado.

En nuestra opinión, nadie hubiera sobrevivido al volumen de retirada de fondos que sufrió SVB. Su base de depositantes estaba concentrada y su gestión del riesgo obviamente no estuvo a la altura de un entorno de riesgo de tipos sin precedentes.

La regulación podría haber ayudado, pero sólo si se aplicaba a los extremos más amplios del sistema bancario y si se ejecutaba eficazmente»

Deepshikha Singh, La Française

Related posts

El diálogo y la participación impactan en el compromiso ESG de las pymes cotizadas

Miguel Royo Gasca

¿Qué mercados emergentes serán los ganadores y los perdedores de la transición energética?

Gonzalo Royo Gasca

Tres factores amenazan al sector inmobiliario

Gonzalo Royo Gasca