La pregunta no es sencilla. Tampoco lo es la respuesta. Pero entre los factores que impiden su abaratamiento se encuentra la falta de peso de las energías renovables en el mix energético español
España es el sexto país de Europa con la electricidad más cara con un precio de 0,21€ kwh. Miguel Morales (“El precio de la electricidad en el ámbito residencial” EAE Business School) afirma que el precio de la electricidad en España, para el mercado residencial, es de 217,17€ GWh en 2017 (+26 % respecto 2010)
El precio de la electricidad viene marcado por cuatro partidas:
- Generación 28 %
- Transporte 30 %
- Comercialización 25 %
- Impuestos 17%
En Europa, el precio de la electricidadha pasado de 0,18 €/Kw en 2010 a 0,21 en 2017 (+20 %). El peso de las tasas e impuestos en el precio final de la electricidad ha pasado del 31 % al 43,5 %. Alemania es el país europeo con la electricidad más cara, alrededor de 0,30 €/KWh de los cuales el 54 % corresponde a impuestos. En Bélgica, la carga impositiva de la electricidad es el 68 %. España es el sexto país de Europa con la electricidad más cara con un precio de 0,21€ kwh, de los cuales el 17,6 % corresponde a impuestos.
La electricidad, fuente secundaria de energía
No se puede extraer por sí sola de la naturaleza sino que hacen falta otras fuentes de energía primarias para generarla. El mix de generación mundial todavía está dominado por la utilización de combustibles fósiles:
- Carbón 38 %
- Gas 23 %
- Hidroeléctrica 17 %
- Nuclear 10 %
El peso de las energías renovables todavía es poco relevante y únicamente la energía eólica llega a alcanzar el 4 % de cuota de producción mundial. Pese al dato, el crecimiento en la utilización de estas tecnologías ha sido espectacular con porcentajes de tres cifras.
La generación de energía eléctrica en Europa se ha reducido el 3% en 2010-2017
La composición en Europa es
- Energía nuclear 26 %
- Carbón 23 %
- Gas 19 %
- Hidroeléctrica 12 %
- Eólica 9 %, que ha duplicado su peso desde 2010
Hay un abandono paulatino de fuentes convencionales basadas en carbono y un fuerte crecimiento de fuentes renovables (eólica, hidráulica, solar), aunque todavía su importancia global no supera el 12 %. Esto conlleva una disminución de las emisiones de CO2.
España menos generación pero más emisiones de CO2
El sistema eléctrico español ha incrementado las emisiones de CO2 que han pasado de los 67 millones de toneladas en 2010 a los 74 de 2017 (+10 %) pasando de unas emisiones de 0,23 Toneladas de CO2 por MWh a 0,27 Toneladas en 2017. Y todo ello a pesar de reducir la cantidad de energía generada el 9%.
No se ha podido suplir la caída de producción hidráulica con el incremento de capacidad instalada en energías renovables (recuérdese que su producción depende de condiciones meteorológicas en gran medida) y han debido hacerlo con fuentes convencionales.
La demanda de electricidad en Europa ha disminuido un 2% y su consumo más importante corresponde a:
- Industria 36 %
- Comercio 30 %
- Servicios y residencial 30 %. Hay que destacar la disminución de un 5% en el consumo residencial a causa del incremento de la eficiencia en el consumo.
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- Costes de comercialización y otros recargos
- Desajustes en la capacidad de generación: choque entre la capacidad real de producción renovable con su disponibilidad real.
- Reducción de capacidad en algunas fuentes convencionales que obliga a utilizar, más de lo que fuese deseable, unidades de producción de mayor coste marginal, lo que incrementa el precio de producción del sistema e incrementa la ineficiencia en términos de emisiones de CO2.
Retos del sistema eléctrico español
- Descarbonización de la producción, que necesita de su sustitución por tecnologías de producción controlables y estables, factores que no pueden ser proporcionados por las fuentes renovables principales (eólica)
- Mejora de la interconexión con otros países que permitiría conseguir una mayor eficiencia del sistema. Con Marruecos, Francia y Portugal la capacidad de intercambio es de 7.700 MW.
La comunidad europea tiene como objetivo para 2020 el desarrollo de infraestructuras de interconexión entre países miembros de al menos el 10 % de la capacidad de producción instalada de cada país.
La península ibérica es un territorio con una diversidad orográfica, climatológica, económica y social muy importante, lo que hace que las posibilidades de producción de electricidad así como las necesidades de consumo de cada localización sean muy dispares.
Así, el mayor consumo total se produce en Cataluña (18 %), seguido de Andalucía (15 %), Madrid, (11 %) y la Comunidad Valenciana (10 %). Si nos centramos en el consumo por habitante, son los asturianos, aragoneses, navarros y vascos los que mayores cifras presentan; esto viene dado por la cantidad de industria presente en dichas zonas. Los madrileños, canarios, melillenses y ceutíes son los de menor consumo por habitante, pero es debido a que son zonas con poca industria y muchos servicios.
Si nos fijamos en la generación de electricidad, los mayores productores son Cataluña (17 %), Andalucía (14 %), Castilla y Leon y Galicia, ambos con un 10 %. Las comunidades más deficitarias en su balance eléctrico son Madrid, País Vasco y la Comunidad Valenciana.