Prado Paz, voluntaria de Ericsson
¿Cómo vive un voluntario una catástrofe natural o una crisis humanitaria?
El elemento común que define perfectamente la labor de un voluntario en este tipo de situaciones, y muy especialmente en Ericsson Response, es el compromiso y la dedicación que tenemos cada uno de nosotros en las misiones. Es una combinación de pasión, compromiso, sacrificio y profesionalidad, ya que nos desplazamos a estos lugares de emergencia con el deseo de ayudar lo máximo posible a personas que están en una situación crítica.
En este sentido, durante la misión el trabajo es bastante intenso, la tarea es continua de monitorización de la red o preparando la expansión de la red, según las necesidades de las distintas organizaciones humanitarias que actúan en la respuesta o, según cómo evoluciona la respuesta internacional. Las condiciones de vida son muy básicas, se crean campamentos humanitarios donde se establecen los trabajadores humanitarios que trabajan en las respuestas, aunque también hay ONGs y agencias humanitarias que reestablecen sus oficinas.
Es más estresante para los equipos que se despliegan en los primeros turnos y que tienen que hacer las primeras instalaciones, dado que la movilidad en el país es muy limitada y todavía son muy visibles las consecuencias del desastre, y la necesidad de la respuesta es mucho más acuciante; Las condiciones de vida son más modestas. Una vez pasadas las primeras fases de la respuesta la situación se estabiliza y las condiciones mejoran, se crean campamentos humanitarios donde se realiza la vida cotidiana e incluso se puede montar una oficina donde los trabajadores humanitarios cuando vuelven por la tarde/noche de los campos de trabajo/hospitales se pueden conectar a internet y se les facilita infraestructura IT como impresoras, alimentación, mesa de trabajo, para que puedan terminar el día organizando su trabajo. Este momento es también intenso para nosotros, porque durante este rato y hasta que la gente se va a dormir estamos en la oficina ayudándoles a conectarse a internet si lo necesitan, o dándoles soporte IT.
¿Qué impacto emocional tiene?
El modelo que tiene Ericsson Response es bueno porque el impacto emocional es asumible. Por supuesto, hay situaciones intensas, porque el trabajo es continuo, y aunque nuestro trabajo es dar soporte a los trabajadores humanitarios y no estamos exactamente en la primera línea, sí que se sufre el estrés emocional de ver el desastre y sufrimiento de la gente. No obstante, la gente es muy agradecida y enseguida reconforta ver que estás contribuyendo, trabajando con un equipo de humanitarios dándolo todo de una manera tan intensamente, te inspira y te motiva a seguir.
Además, nuestras misiones están programadas para 4 semanas por voluntario. Es un tiempo razonable, dónde mantener una situación de cierto nivel de ‘estrés’ es asumible. Como todo, casi lo peor es a la vuelta, cuando llegas a casa y bajas el nivel de concentración e intensidad y dónde a lo mejor puedes ver más las consecuencias; pero ya estás en casa, aunque el choque de volver a la vida ‘normal’ cuesta siempre un poco porque el cambio de escenario es muy grande.
Merece la pena recordar una de mis primeras misiones. Fue en Sudán del Sur, donde me mandaron a una ciudad muy pequeña en el norte, cerca de la frontera. Allí se había desplegado un grupo de voluntarios humanitarios encargados de asistir a un campamento de refugiados que crecía cada día en número. Nada más llegar a ese sitio, casi de noche, tuve que establecer la conexión a internet, y recuerdo que fue un momento mágico para mí, poder ver a la gente sonriendo y feliz porque eran capaces de estar conectados con su familia, los trabajadores humanitarios podían conectarse con sus oficinas y hacer más fácil su trabajo… fue especial, sin duda.
Sinceramente, a lo largo del programa te sientes agradecido, feliz, ya que ser voluntario de Ericsson Response te permite hacer lo que te gusta, contribuir y ayudar a los demás, tener un gran impacto en este mundo. Te sientes muy orgulloso de contribuir a hacer un poco más felices a aquellos que más nos necesitan en las misiones, en situaciones duras como pueden ser una catástrofe natural o una crisis sanitaria.
¿Recibís apoyo psicológico o de otro tipo?
Los voluntarios del programa Ericsson Response reciben una formación extensa, que cubre muchas áreas y de manera muy exhaustiva, tanto técnicas para conocer los equipos como más humanas para conocer de primera mano lo que significa participar en una misión y prepararse lo más posible para este tipo de proyectos.
Como somos parte del equipo de Naciones Unidas (WFP) tenemos formación en gestión del estrés, también como parte de la formación del propio programa de Ericsson Response. WFP despliega también personal especializado durante la misión con el que nosotros podemos contar si es necesario, este soporte es psicológico o médico; es muy importante conocerse y vigilarse para poder detectar en ti mismo que estás pasando por una condición de estrés que te está sobrepasando; al igual que es importante cuidar de tus compañeros, y nos cuidamos unos a otros. A la vuelta de la misión en Ericsson Response existe un ‘de-briefing’ para chequear cómo ha ido todo y si es necesario ya con nuestros equipos médicos se puede recibir el apoyo necesario.