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Nos encanta la siesta… ¡también en el trabajo!

Siesta en horario de trabajo

Nos encanta la siesta, en vacaciones y también en horario de trabajo que ofrece más beneficios que contras

La siesta, ese breve descanso para dormir después de comer, puede tener tanto beneficios e inconvenientes. Uno de cada cinco españoles se echa la siesta a diario. En muchos casos, esta costumbre depende de su horario de trabajo y de la flexibilidad de la empresa.

Ventajas una breve siesta en horario de trabajo
  • Mejora de la productividad. Una breve siesta permite mejorar significativamente la atención y el rendimiento cognitivo. Esto se debe a que el sueño ayuda a consolidar la memoria y a refrescar la mente, consiguiendo que los empleados vuelvan a sus tareas con mayor eficacia.
  • Reducción del estrés. Dormir la siesta puede ser una herramienta efectiva para combatir el estrés en el entorno laboral, ya que permite a los profesionales desconectar temporalmente de sus preocupaciones y recargar energías. Está comprobado que un breve descanso reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, promoviendo una sensación de calma y bienestar.
  • Mejora del estado de ánimo. La falta de sueño conduce a la irritabilidad y a un estado de ánimo negativo y pesimista, lo cual puede afectar las relaciones laborales y la moral del equipo. Por este motivo, una siesta corta puede ayudar a mejorar el estado de ánimo de los empleados, permitiendo que sean más sociables y colaborativos. Esto no solo beneficia al trabajador en sí, sino también al ambiente laboral en general.
  • Fomento de la creatividad. La creatividad es crucial en muchos ámbitos profesionales y puede estimularse a través del sueño. Durante la siesta, el cerebro procesa y organiza la información para dar cabida a nuevas ideas y soluciones innovadoras.
Contras de dormir la siesta en horario de trabajo
  • Interrupción de la jornada Si la siesta no se limita y no se gestiona adecuadamente puede conducir a una pérdida de tiempo innecesaria y a una disminución de la productividad. Por tanto, las empresas necesitan establecer políticas claras para garantizar que las siestas no interfieran con las responsabilidades laborales.
  • Dificultad para despertar Algunas personas pueden experimentar lo que se conoce como “inercia del sueño”, una sensación de desorientación y somnolencia que puede ocurrir al despertarse de una siesta. Este estado de confusión podría afectar negativamente el trabajo.
  • Percepción negativa En algunas organizaciones, la siesta puede ser percibida como una falta de profesionalidad o de compromiso. Los empleados que duermen después de comer en ocasiones son vistos como personas perezosas, lo cual puede afectar su reputación y sus oportunidades de crecimiento dentro de la empresa.
  • Ajuste de la duración Dormir una siesta demasiado larga puede llevar a problemas para conciliar el sueño por la noche, lo que podría derivar en un ciclo de sueño irregular y una disminución del rendimiento. Por ello, es crucial encontrar el equilibrio adecuado para maximizar los beneficios de la siesta sin que afecte negativamente al sueño nocturno.
Cuál es la mejor forma de dormir la siesta
  • Duración ideal Entre 10 a 20 minutos para evitar la inercia del sueño y maximizar los beneficios. Esta duración es suficiente para refrescar la mente sin entrar en las etapas profundas del sueño, que son más difíciles de interrumpir.
  • Ambiente adecuado Un espacio tranquilo, oscuro y fresco puede facilitar el descanso y mejorar la calidad de la siesta. Además, utilizar una máscara para los ojos y tapones para los oídos puede ayudar a bloquear distracciones y a crear un entorno propicio.
  • Posición y comodidad Si es posible, hay que buscar una posición reclinada o recostada. Algunas empresas están comenzando a proporcionar sillones reclinables o cápsulas de sueño para este propósito. La comodidad puede marcar una gran diferencia en la calidad del descanso y los beneficios que aporta la siesta.
Por qué apetece más dormir la siesta en verano
  • Temperaturas elevadas El calor del verano puede inducir la somnolencia, especialmente después de una comida. Las altas temperaturas pueden hacer que el cuerpo se sienta más fatigado, aumentando el deseo de tomar una siesta para recuperarse. Además, la siesta puede ayudar a evitar las horas más calurosas del día.
  • Efectos de la luz solar La exposición a la luz solar puede influir en los ritmos circadianos, aumentando la producción de melatonina en la tarde y generando una sensación de somnolencia. Este efecto es más pronunciado en verano, cuando los días son más largos y la exposición a la luz solar es mayor.
    Incremento de la sudoración y deshidratación
  • Durante el verano, las altas temperaturas provocan un aumento en la sudoración y, en consecuencia, un mayor riesgo de deshidratación, lo que causa fatiga y somnolencia. Este es el motivo por el que se incrementa el deseo de tomar una siesta con el fin de recuperar fuerzas y rehidratarse. Este descanso permite al cuerpo reponer líquidos y estabilizarse, mejorando la energía y la concentración para el resto del día.
Cuándo y cómo dormir la siesta en horario laboral
  • Momento ideal Después de comer, entre las 13 y las 15 horas. Aquí los niveles de energía tienden a disminuir y el cuerpo está naturalmente más predispuesto a dormir. Echarse una siesta en este horario puede ayudar a evitar la somnolencia vespertina y a mejorar el rendimiento durante la tarde.
  • Establecimiento de políticas empresariales Para implementar la siesta en el entorno laboral es crucial que las empresas establezcan políticas claras y flexibles. Esto puede incluir la designación de áreas específicas para dormir, la regulación de la duración de las siestas y la promoción de un ambiente en el que se apoye el bienestar de los empleados. De igual manera, las normas deben ser comunicadas de manera efectiva a los empleados para evitar malentendidos y asegurar que todos los profesionales comprenden sus beneficios.
  • Monitoreo y evaluación Es importante que las organizaciones monitoreen el impacto de las siestas en la productividad y el bienestar de los empleados. Puede hacerse a través de encuestas de satisfacción o análisis de rendimiento. Con esta información, las compañías pueden ajustar sus políticas para maximizar los beneficios y minimizar los inconvenientes que tiene la siesta entre los trabajadores.

«la gestión eficiente del tiempo es una prioridad.

hay empresas que tienen claro que la siesta no es beneficiosa para sus empleados porque supone un parón en medio de su jornada laboral.

Otras consideran que el descanso y el bienestar de sus trabajadores incide claramente en su rendimiento profesional.

Echarse siesta o no depende de los gustos de cada persona y de la filosofía empresarial de la organización»

Patricia Mampel, Ringover en España

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