Tribuna

Mejoras en la red con el 5G

Posiblemente el mayor reto en materia de emisiones al que se enfrenta la industria de las telecomunicaciones es la necesidad de diseñar redes ecológicas y baratas que permitan un flujo de información exponencialmente mayor

En los últimos años, las mejoras en la eficiencia energética en toda la cadena de valor a través de nuevas redes como el 4G y la fibra han sorprendido positivamente. Según la ETNO (European Telecommunications Network Operators Association), entre 2010 y 2018, se produjo un aumento de los datos transmitidos por las redes en un 1100%, pero se redujeron las emisiones de carbono asociadas en un 40% y solo se incrementó el consumo de electricidad en un 6%. Se espera que los nuevos desarrollos, como el 5G, sean un 90% más eficientes energéticamente para los consumidores por cada Mbps de datos del 4G existente. Telefónica informa de que la FTTH (fibra hasta el hogar) es un 85% más eficiente energéticamente y menos intensiva en materiales que la tecnología de cobre.

La 5G, en combinación con la fibra y otras tecnologías de comunicaciones, será la infraestructura clave de la era digital. Tiene el potencial de desbloquear importantes avances en tecnologías ecológicas con aplicaciones para edificios, ciudades y agricultura inteligentes. Su capacidad para apoyar la inteligencia artificial, la robótica, el Internet de las cosas, el control remoto y la realidad virtual permitirá la innovación en una amplia gama de industrias y sectores económicos.

Debido a estas capacidades mejoradas, se espera que el tráfico de datos crezca aún más exponencialmente durante la próxima década

A pesar de su eficiencia energética a nivel de usuario, una estación base 5G típica consume hasta el doble o más de energía que una estación base 4G. Y los costes energéticos pueden crecer aún más en frecuencias más altas, debido a la necesidad de más antenas y una capa más densa de celdas pequeñas. Las instalaciones informáticas de próxima generación necesarias para el procesamiento local y los nuevos servicios de IoT también aumentarán el uso general de energía de la red. Según un estudio conjunto publicado por InterDigital, una empresa de investigación y desarrollo de tecnología móvil y de vídeo, y ABI Research en noviembre de 2020, el ecosistema 5G experimentará un aumento del 160% en las necesidades de energía para 2030, en comparación con los niveles de 2020. En este escenario, será aún más imperativo que el sector en su conjunto avance hacia la energía renovable, no solo en sus propias operaciones, sino en toda la cadena de valor.

Con el despliegue de la 5G en marcha, empresas como Nokia ya miran hacia la 6G, que se espera que esté estandarizada y puesta en marcha en 2030. En un libro blanco, Nokia prevé que la 6G esté impulsada por los avances en inteligencia artificial y aprendizaje automático. Es probable que la 6G se implemente en bandas de frecuencia más altas y en tecnologías multiusuario masivas que mejorarán su eficiencia. Y, por primera vez, el consumo de energía será un factor clave de diseño, junto con los datos y la informática como recursos fundamentales.

Deepshikha Singh, analista senior de ASG de La Française Sustainable Investment Research

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