RSC

El drama que no cesa: residuos al vertedero

El 54 % de los residuos generados en las obras en España se envían al vertedero

Entre el 10 % y el 15 % de los materiales se desperdician durante el proceso de construcción.

Se necesita valorizar los Residuos de Construcción y Demolición (RCD).  

De este modo, los Fondos Next Generation exigen que un 70% —en peso— de los RCD generados en las rehabilitaciones que financian se tengan que preparar para la reutilización, el reciclaje u otras formas de valorización de materiales. Asimismo, demandan que los diseños y las técnicas de construcción de los edificios apoyen su circularidad, demostrando su capacidad de desmontaje y eficiencia en el uso de recursos —adaptables, flexibles y desmontables— que permita su reutilización y reciclaje.

Hace falta fomentar soluciones que permitan reutilizar los recursos sin pérdidas en su valor.

Así, los edificios y sus partes deben tener la capacidad de alterarse y modificarse a lo largo de su vida útil para que puedan adaptarse a nuevos usos, lo que implica grandes beneficios medioambientales —al extender su vida útil lo máximo posible— y económicos —al reducir los costes del ciclo de vida—. 

Diseño para el desmontaje

Los edificios deben concebirse como bancos de materiales, como almacenes de materias primas para el futuro, por lo que sus diseños deben facilitar su desmontaje, su recuperación y el reciclado.

«hacen falta sistemas de evaluación y herramientas de información que incentiven estas prácticas y que conecten las decisiones adoptadas en la fase de diseño y en la del final de la vida útil.

El pasaporte de los materiales de un edificio facilita la elección de elementos y componentes que puedan desmantelarse y maximiza la opción de su reutilización”

Alfons Ventura, GBCe 

Esta circularidad de los materiales y los componentes de los edificios permite su reutilización y la elaboración de nuevos productos de la construcción —a través de su reciclado—, lo que reduce los impactos del ciclo de vida y el consumo de recursos naturales por parte del sector.

Demoliciones basadas en BIM

Debemos separar los residuos de construcción y demoliciónfacilitando su gestión y valorización, para cumplir con el marco legal y mejorar su impacto medioambiental.

En este marco se encuadra la herramienta de planificación de demoliciones basada en Building Information Modeling (BIM), desarrollada por el consorcio VALREC, que ayuda a las empresas del sector a mejorar la recuperación de materiales y la gestión y valorización de los residuos resultantes de las deconstrucciones.

Este instrumento, que avanza en la continua innovación tecnológica del sector, ayuda a las empresas a aumentar la competitividad en su camino hacia la economía circular.

Así, la herramienta de planificación de demoliciones basada en BIM desarrollada por VALREC permite conocer los materiales resultantes de la demolición selectiva de una edificación, lo que proporciona información muy relevante para el estudio de alternativas de gestión o valorización.

“Es necesario identificar la cantidad de material, su calidad, la ubicación, la forma en la que se encuentra e, incluso, sus posibles contaminaciones, ya que contar con una estimación fiable y una buena planificación facilita la correcta separación en origen de los RCD y, con ello, su valoración, reduciéndose los costes de gestión de residuos”

Jaime Moreno, TECNALIA

Se utiliza un software (BIM-SD), específico para demolición selectiva que ayuda al estudio previo a un proyecto de demolición selectiva y facilita la recopilación y gestión de información sobre los elementos y materiales existentes en el edificio a demoler, lo que permite orientar en la toma de decisiones sobre la secuencia óptima de demolición y gestión de los posteriores flujos de residuos.

Este instrumento agilizará los cálculos que se llevan a cabo de forma manual en las actuales auditorias, lo que permitirá mayor precisión, trazabilidad de los materiales y agilidad en el estudio de alternativas.

Consorcio del proyecto VALREC:

El proyecto, financiado por la Comunidad de Madrid, cuenta con un presupuesto de 5 millones de euros y tiene una duración de 24 meses. 

Fuente: Informe Economía circular en la edificación, elaborado por Green Building Council España (GBCe).

Foto de Emmet

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