El Museo ICO presenta una amplia retrospectiva sobre los 300 pueblos de colonización y su retórica constructiva y 60.000 familias rurales entre los años 40 y 60 del siglo XX
Entre aquellos jóvenes arquitectos destacaron José Luis Fernández del Amo, Alejandro de la Sota o Fernando de Terán, y artistas como Manuel Millares, Arcadio Blasco o Juana Francés
La muestra está comisariada por Ana Amado y Andrés Patiño Erín.
Son 200 obras originales (documentos, dibujos y planos, publicaciones impresas y reproducciones fotográficas) de las actuaciones del Instituto Nacional de Colonización (INC) en la España rural del siglo XX.
Es el proceso de creación y desarrollo de estos 300 pueblos de colonización, con fotografías y entrevistas a colonos y especialistas, realizadas en la actualidad.
La labor del Instituto Nacional de Colonización (INC)
El INC dependiente del Ministerio de Agricultura, nació en 1939 para ampliar la superficie de terreno cultivable, creando regadíos en amplias zonas improductivas del territorio para:
- mejorar la producción agrícola
- fijar población rural, evitando el éxodo a las ciudades
Se partirá, para ello, de estudios previos de obras hidráulicas o a la concepción y estudio de las cuencas hidrográficas como unidades de gestión.
Documentos del Banco de España muestran los orígenes financieros de la colonización, como
- emisiones de obligaciones en todo el territorio, reconocidas como deuda pública
- informes como el del Banco Mundial de 1962, muy relevante en el futuro del instituto.
La actividad del INC también forma parte de un proyecto inscrito en un ideal reorganizador del territorio rural a partir de principios que emanaban de una retórica de modernidad.
El planeamiento urbano y arquitectónico de los nuevos pueblos -creados desde un inusual acto de voluntad- va a ser un punto fundamental del programa, teniendo en cuenta el estado del país después de la guerra civil y la época de transición en que se encontraba la arquitectura española, que se debatía entre la tradición academicista oficial de posguerra y una expresión moderna de raíz orgánico-racionalista que pugnaba por hacerse oír.
El programa desarrollado por Franco fue la mayor operación urbanística en zonas rurales realizada en España. Movilizó a 60 000 familias y contribuyó decisivamente a la transformación de nuestro paisaje rural.
Los nuevos pueblos, constituidos como un nuevo hábitat, supondrán una aportación arquitectónica nacida del espíritu de una modernidad racionalizadora que se vio interrumpida con la guerra.