Estos últimos meses han obligado a los gestores de fondos, como a todo el mundo, a ser más flexibles mientras esperan que la vida vuelva a la normalidad. Por suerte, la tecnología nos permite trabajar desde casa con mínimas molestias
En mi caso, puedo replicar el escritorio de mi oficina en el ordenador de casa para acceder de forma segura a los programas y archivos de trabajo. Así como también puedo comunicarme de forma sencilla con los ejecutivos de distintas empresa a través de las aplicaciones de videoconferencia más comunes.
Mi trabajo consiste en analizar las cuestiones de gobernanza empresarial (G) en las empresas asiáticas. La gobernanza, junto con los factores «ambientales» (E) y «sociales» (S), conforman la trinidad ESG. La ESG, y la inversión responsable se han convertido en temas candentes en los últimos años. Una tendencia que se volverá aún más evidente a medida que la pandemia de coronavirus nos obligue a repensar nuestras prioridades en la búsqueda del crecimiento económico.
El hecho de que los gobiernos de todo el mundo hayan prometido billones de dólares para apoyar a las empresas y salvar puestos de trabajo, representa una oportunidad única para alcanzar un compromiso importante hacia un futuro sostenible. Una cosa que he aprendido durante este tiempo es que la sostenibilidad y la resistencia de las empresas son a menudo sinónimos.
En lo que se refiere a las cuestiones ESG, la trayectoria de Asia es muy diversa. Tras décadas de rápido crecimiento, las 10 ciudades con más contaminación del mundo se encuentran en esta región1. Y las condiciones laborales pueden ser terribles2. Las normas de gobernanza empresarial, aunque están mejorando, tienden a ir a la zaga de las mejores prácticas mundiales. Dicho esto, hay muchas señales de que la situación está mejorando. A continuación, me gustaría exponer algunas observaciones de mis viajes, tanto en persona como online:
En los últimos años los inversores de la región -accionistas y gestores de activos- han mostrado más interés por la inversión responsable. Esto presionará más a las empresas para que cambien sus malos hábitos. Por ejemplo, el Fondo de Pensiones del Gobierno de Japón, uno de los mayores del mundo, anunció en 2017 su plan de aumentar las asignaciones en inversiones responsables al 10% desde el 3%3. La cantidad prevista equivale a unos 33.000 millones de dólares en la actualidad.
Las gestoras de fondos están suscribiendo acuerdos reconocidos internacionalmente, como los Principios de las Naciones Unidas para la Inversión Responsable (PRI), para demostrar su compromiso con los principios de la sostenibilidad. En China y en el «resto de Asia», el número de nuevos firmantes netos de los PRI creció un 64% y un 17% durante 2018/2019, frente a los datos del año anterior. En Japón y Australasia, las subidas fueron del 12,5% y el 8% respectivamente. En conjunto, los nuevos signatarios aumentaron en 3394.
Los reguladores también están llevando a cabo su labor. La Bolsa de Singapur introdujo en 2016 la exigencia de presentar informes de sostenibilidad para las empresas que cotizan en bolsa sobre la base de «cumplir o explicar»5. Hong Kong Exchanges and Clearing está implementando las recomendaciones de un documento de consulta diseñado para fortalecer las normas de ESG6. Los responsables de Tailandia están impulsando cambios que han hecho que las empresas del país se encuentren entre las mejores de la región en lo que respecta a la divulgación de información sobre sostenibilidad7.
Los grupos industriales regionales, como la Asociación Asiática para la Gobernanza de las Empresas, proporcionan plataformas para que los diferentes grupos interesados puedan debatir sobre la inversión responsable mediante conferencias y otros eventos. Como resultado, las empresas asiáticas han adquirido mayor fluidez en el lenguaje ESG, evidenciando dichos criterios dentro de las estrategias comerciales y adoptando prácticas de gobierno más robustas.
Por supuesto, todavía hay margen para la mejora. Por ejemplo, no hay suficiente transparencia en torno a una evaluación que identifique los factores ESG que afectan el rendimiento empresarial. Hay confusión en cuanto a la divulgación de los datos más importantes relacionados con estos criterios y la falta de datos fiables sigue siendo un problema.
Mientras escribo esto, Singapur (donde trabajo) ha relajado algunas de las restricciones establecidas para combatir la propagación del coronavirus. Algunos países de esta región también están dando los primeros pasos hacia la normalidad. Sin embargo, esto no significa que hayamos vuelto a la normalidad anterior a la pandemia. Todo el mundo tiene que pensar detenidamente sobre el tipo de futuro que quiere. Incluso cuando el coronavirus esté superado, el mundo todavía se enfrentará a importantes desafíos.
Por ejemplo, el cambio climático plantea una amenaza a largo plazo aún mayor que el Covid-19. Muchas personas en el mundo han visto, o experimentado, los efectos del aumento de las temperaturas. Las sociedades ya están contando los costes humanos y financieros del aumento del nivel del mar y de los eventos climáticos extremos. La desigualdad social – la creciente brecha entre los que tienen y los que no en el mundo – es otro gran desafío. Esto ha provocado una ira generalizada que, en algunos casos, ha devenido en agitación social y política. Por otro lado, el mundo también está consumiendo recursos a un ritmo sin precedentes. Estamos agotando recursos naturales que no pueden ser fácilmente reemplazados.
Los inversores de todo el mundo tienen un papel importante que desempeñar en la búsqueda de respuestas. Podemos ayudar a dirigir las inversiones hacia las empresas que están trabajando en soluciones sostenibles, o comprometernos con aquellas que ayudan a cambiar el mal comportamiento de otras. Por el contrario, las empresas que continúan con actividades muy contaminantes, que explotan a sus trabajadores o dañan el medio ambiente, podrían ser penalizadas con la revocación de su acceso al capital.
Aunque nuestra vida laboral y personal no sea completamente «normal» durante algún tiempo, no debemos permitir que esta sensación de realidad suspendida retrase importantes decisiones que tendrán profundos efectos en el mundo. Encontrar soluciones generará nuevas oportunidades de inversión. Sin embargo, nuestra generación también tiene una enorme responsabilidad con todos los que vendrán después. No podemos defraudarlos.
Jerry Goh, Investment Manager, Asian Equities de Aberdeen Standard Investments
1 World Economic Forum
3Reuters, Japan’s GPIF to raise ESG allocations, July 2017