Discapacidad

Los abuelos y la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual

«Un abuelo transmite valores, es soporte emocional… su apoyo es más que necesario para crear un entorno feliz y seguro” Down Madrid

Down Madrid elogia el papel de los abuelos en el impulso de la calidad de vida y el fomento de las relaciones interpersonales, tanto en el seno familiar como social, de los niños y jóvenes con discapacidad intelectual.

“La figura de los abuelos es un pilar fundamental para muchas familias y más en aquellas en las que se convive con una persona con discapacidad intelectual”

Down Madrid cuenta con los ‘grupos de abuelos’, una iniciativa que arrancó en 2006 con el objetivo de informar, formar y apoyar a estas personas en su rol y las peculiaridades que este conlleva cuando el nieto tiene discapacidad intelectual. La entidad cuenta con dos grupos: el grupo con nietos adolescentes, en el que actualmente hay 14 participantes; y el grupo de niños del Centro de Atención Temprana (CAT), integrado por 31 participantes.

“Pasado el primer momento en el que todo es confusión, la llegada de un niño o niña con discapacidad intelectual es una oportunidad de renovarse y de que los abuelos se sientan aún más útiles y valorados. Es el momento de ayudar más que nunca a los hijos, contribuyendo en la formación y desarrollo de los nietos, aportándoles valores, experiencias y, sobre todo, cariño”

Doen Madrid coordina a terapeutas de familias y abuelos dinamizadores para intercambiar información, vivencias, anécdotas e inquietudes.
En los talleres de Down Madrid hay también espacio para la expresión emocional y se realiza una charla-coloquio en la que tanto profesionales de la Fundación, como otros ajenos a la entidad, procedentes de distintos ámbitos (sanidad, social, jurídico…), proporcionan recursos a los participantes sobre un tema que es elegido previamente por los propios abuelos.

“Se trata de acercar la discapacidad intelectual a un grupo de personas que, por circunstancias culturales y de edad, en muchos casos no tienen una percepción real de la misma y todavía se ven influidos por falsas creencias que rodean este tipo de discapacidad”

Un ejemplo de cómo han ayudado estos encuentros, serían los grupos donde se compartieron las experiencias vividas durante el confinamiento. En ellos, los abuelos pudieron expresar cómo se sinteron durante aquellos días y qué actividades realizaron para apoyar y acompañar a sus nietos entonces.

“Muchos de ellos nos hablaron de la falta de libertad, también derivada del cuidado extremo que sus hijos pusieron hacia ellos, pero fueron muchos los que nos contaron momentos muy divertidos, como la cantidad de veces que sus nietos les llamaron por teléfono o las profundas ganas que tenían de darles un abrazo”

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