Según el Atlas Laboral de las Personas con Discapacidad 2016 (o Atlas Laboral 2016) del Grupo SIFU y la Universidad de Sevilla, si no se toman medidas urgentes será difícil que se logre alcanzar niveles aceptables de inserción laboral de personas con discapacidad y en línea con los existentes en otros países de nuestro entorno.
En España, todavía queda mucho camino por recorrer para conseguir que la situación de este colectivo mejore de manera sustancial y sea equiparable a la de países como Bélgica, Holanda o Suecia. Cristian Rovira, vicepresidente de Grupo SIFU
Uno de los principales indicadores de las desigualdades que todavía persisten es la diferencia que existe entre el salario bruto anual de las personas con discapacidad y el resto de población, siendo un 16% menor en el primer caso para el mismo puesto de trabajo. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), durante el período 2010-2013 el salario bruto de las personas sin discapacidad apenas se redujo en 40 euros, mientras que el de las personas con discapacidad disminuyó 1.400 euros.
La tasa de paro de las personas con discapacidad ha crecido en estos últimos años hasta el 35% frente al 26% de la población general, un porcentaje que sería mucho mayor si se contemplara el total de personas en situación de inactividad (no dadas de alta como demandantes de empleo).
En 2013, la tasa de empleo era del 24,3%, siendo ésta superior en los hombres. De ello se desprende que la tasa de actividad de las personas con o sin discapacidad sigue estando en torno a un 40%.
En pleno siglo XXI es indispensable destacar el derecho que tienen las personas con discapacidad a trabajar en condiciones de igualdad. Sin un empleo digno no resulta posible la integración de estas personas, por lo que su inserción en el mundo laboral debe ser un instrumento esencial para lograr su plena integración y su participación en la sociedad. Vicente del Bosque
Edad y sexo, principales causas de discriminación laboral
Existe discriminación por edad y sexo. Las empresas contratan a adultos (un 94,2% de las contrataciones de 2014, año en que se produjo un máximo histórico de 203.025, se realizaron a mayores de 25 años) y hombres con discapacidad, en detrimento de los más jóvenes y las mujeres. Además, los hombres tienden a ganar más a pesar de que las mujeres tienen niveles de formación más altos.
La tasa de empleo en hombres es el 26% frente a un 22% en mujeres y una respectiva tasa de paro de 34,9% frente a un 35,3% en 2013. El salario medio anual bruto de las mujeres fue de 17.208 € mientras que el de los hombres fue de 20.525 €.
Más del 80% de las empresas públicas y privadas incumplen la LGD
Uno de los datos que llama especialmente la atención es que España no ha alcanzado, en los últimos años, los objetivos de integración marcados por la Ley General de Discapacidad (LGD) -que establece una cuota de reserva del 2%- ni por otros planes impulsados. Marco Garrido, Coordinador del Atlas de la Universidad de Sevilla
El incumplimiento de la ley por parte de empresas tanto públicas como privadas ha crecido del 75,7% al 81,1% de 2013.
ra.Es necesario crear una nueva Estrategia Global de Acción para el Empleo de las Personas con discapacidad a través de la aplicación de un Plan de Acción que asegure el cumplimiento de la Ley y la aplicación de métodos de monitoreo que garanticen dicho cumplimiento. Cristian Rovira
Principales barreras que impiden a las empresas contratar a personas con discapacidad
Tras un estudio piloto con 20 compañías de entre 50 o más trabajadores se ha puesto de relieve que el principal obstáculo es su adaptación al puesto de trabajo. Uno de sus principales motivos radica en las dificultades de los departamentos de selección para establecer un puesto de trabajo acorde a las necesidades de la empresa y a las características de la persona a contratar, sobre todo por falta de medios, conocimientos sobre el colectivo e, incluso, por la existencia de prejuicios.