La soledad es triste
como la oscuridad en la noche,
es como el canto del ruiseñor;
Abraza, quema como el fuego.
La soledad es un sentimiento amargo
y melancólico.
La soledad abraza como la niebla
del anochecer;
Es como el frío invierno,
como el árbol que se agarra a la tierra.
Se alimenta de ti
hasta dejarte sin rumbo,
es como un camino sin retorno,
Es sentir lo inalcanzable, es una herida que no cicatriza;
Y es tan dura como el frío,
como el peor de los inviernos.
Mariano Ramos Ruíz es un poeta bilbilitano en cuyos versos se desgarra la dualidad de la realidad del mundo moderno, interconectado por redes sociales pero tristemente alejado del contacto físico y espiritual. Un mundo banal que quita y pone banderas, símbolos y reconocimientos según caprichos y veleidades.
Un mundo frívolo de postureo en donde los verdaderos problemas se esconden tras soflamas y tópicos
La poesía de Ramos Ruiz denuncia el desasosiego de muchas personas que encuentran en la sociedad compasión cuando lo que buscan es inclusión y respeto. Muchas personas que buscan igualdad de oportunidades para hacer crecer a la sociedad en justicia y libertad y convertir al resto de personas en mejores personas. Sus poemas queman con fuego y congelan de frío porque muchas personas siguen excluidas de la sociedad por otras de pensamientos ignorantes cuando no mezquinos. Muchas personas tratan de aprovecharse de otras y tras una impostada solidaridad esconden subterfugios con las que limpiar su imagen, su reputación y su conciencia.
El Arte es la manera más sutil, delicada, elegante y amable de obtener el merecido reconocimiento por parte de la sociedad, de habilidades fuera del alcance de la mayoría de las personas. Las capacidades originales, peculiares y extraordinarias del artista le convierten en un ser único. Con independencia de si el pintor, autor de cómics, escritor o músico es alto o bajo, blanco o negro, budista o judío, hombre o mujer, chino o japonés, vasco o aragonés, joven o adulto, con discapacidad o sin discapacidad, lo que el atento observador premia es su capacidad de generar belleza, sorpresa, terror, amor, tristeza…
Mariano pertenece al colectivo de artistas plásticos y literarios de Amibil (Calatayud, Zaragoza) cuyos exquisitos grabados adornan ya salones, despachos y hogares de instituciones, empresas y familias. Mariano acaba de publicar Inspirarte (Centro de Estudios Bilbilitanos, Institución Fernando el Católico) una selección de sus poemas maravillosamente ilustrados por José Javier Ibáñez Pablo, José Luis Llorente Nuño, José Antonio Morte Narvión, Manuel Ruíz Martín y Yolanda Tello Guajardo.
Poesía y pintura comprometida cuya lectura supone un aldabonazo en la línea de flotación del conformismo adormilado de una sociedad vacía. Quien después de leer los versos de Ramos Ruíz no despierte o es que está muerto o es que no tiene corazón.