Si alguien dudaba, a estas alturas de la película, de la importancia de la RSE, el III Congreso Nacional de RSE celebrado en Zaragoza, puso las cosas en su sitio. La RSE es «la» estrategia.
Si uno de los males de la economía española es la falta de competitividad, la RSE lo soluciona. Tanto en grandes empresas como en PYMEs. Eso sí, es el empresario el que debe liderar este movimiento. Con generosidad. Con altura de miras. Con integridad. Es el líder de cada compañía sobre quien recae la obligación de alinear los intereses de todas las partes interesadas en la compañía. Ofrecer transparencia para generar confianza y coherencia. Las alianzas estratégicas, la innovación, el compromiso, la visión a largo plazo y la creación de sentido de equipo son esenciales. La RSE es una de las mejores inversiones que una empresa puede hacer. Y no solo por convencimiento ni por principios.
Nuestra sociedad está cansada de despilfarradores. Los hay de todos los pelajes: políticos, empresarios y trabajadores. Pero son los dos primeros los que soportan más responsabilidad. Su influencia en la sociedad es mayor. La excusa «todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades» ya no cuela. La pelota está en el tejado de nuestros líderes. Los políticos deben dejar de lado sus diferencias y crear un gobierno de salvación nacional. La mitad del país no es suficiente para tomar las decisiones que se deben tomar. PP y PSOE deben tomarlas de forma conjunta. Los empresarios deben apostar por la retribución variable y cerrar un pacto que satisfaga a los trabajadores cuando las cosas vayan bien. No es justo recortar salarios sin que este esfuerzo se vea compensado en un futuro próximo. Bajo contrato, claro.
La diversidad es otra realidad en nuestra sociedad que debe ser entendida por todas las empresas como una oportunidad. La diversidad enriquece a la empresa y es pilar básico en su política de RSC. Las diferencias en la forma de pensar y trabajar son un activo esencial. Ahora bien, hay que gestionarlo adecuadamente para sacarle el máximo provecho y optimizar calidad y productividad.
Los medios de comunicación tenemos también nuestra cuota de responsabilidad. Y ésta es doble, como apuntaba Víctor Viñuales en el Congreso de RSE de Zaragoza. Por un lado debemos ejercer nuestra incansable labor de divulgar la RSE con honestidad. culturaRSC.com hacemos nuestro el lema del Daily Star, el periódico de Horace P. Greely en una de las aventuras del inmortal Lucky Luke: «Independencia siempre, neutralidad jamás». Por otro lado, como empresas que somos, debemos de ser empresas socialmente responsables con todos nuestros stakeholders. Nuestros accionistas, por ejemplo, pueden estar tranquilos. Si culturaRSC.com pierde en un ejercicio 451 millones de euros, nuestro CEO no cobrará 13,6.
Juan Royo, director de culturaRSC.com