Muchas personas prefieren no convivir con una persona con discapacidad intelectual
Muchos españoles preferirían no convivir con una persona con discapacidad intelectual, algunos consideran que “son peligrosas” y otros prefieren mantenerse “a cierta distancia” de las personas con discapacidad intelectual.
Manifiestan una “intención de distancia social media” o una “intención de distancia social elevada”.
No obstante, la mayoría sí que estaría dispuesto a tener algún tipo de contacto con estas personas, aunque casi la mitad preferiría no convivir con ellos.
Aunque al 34,5 % no le gustaría mantener amistad con una persona con discapacidad intelectual y el 34,6 % preferiría que sus hijos tampoco lo hicieran.
Esta intención de distancia social es menor entre los jóvenes. También hay un menor estigma entre las personas con mayor nivel de estudios, los voluntarios y aquellas que conviven de forma efectiva con personas con discapacidad.
Solo el 2,7 % de la población se opondría a la instalación de recursos o servicios para estas personas en sus barrios.
Todavía se emplean a menudo términos como deficientes, retrasados o disminuidos para referirse a estas personas, si bien su uso está en retroceso
El 94 % de la población opina que “existen actitudes discriminatorias dirigidas a las personas con discapacidad intelectual” y el 82% cree que esta condición no suele conllevar aspectos positivos.
Sin embargo, el 80 % asegura tener actitudes inclusivas medias-altas y mantiene expectativas positivas hacia este colectivo. Es decir, un porcentaje muy alto de la población entiende que existe discriminación hacia las personas con discapacidad intelectual, pero no por su parte.
El estigma en la Población Española. Una mirada hacia las personas con problemas de salud mental, sin hogar o con discapacidad intelectual (Cátedra UCM grupo 5 Contra el Estigma, 2022). Entrevistas individuales y grupos de discusión junto a profesionales del sector) y encuesta cuantitativa a 2.775 personas de la población general.