¿Es posible para la ISR demostrar que no se cae en la tentación del ecopostureo? ¿Cumplirán con las directrices de ESMA?
En mayo de 2024, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) finalizó sus esperadas directrices sobre el uso de los nombres de los fondos que utilizan términos ASG o relacionados con la sostenibilidad. Tras la traducción de estas directrices esta semana, los fondos tienen ahora tres meses para cumplirlas, con seis meses adicionales para los fondos ya autorizados en la UE.
El espíritu de estas directrices es asegurar que los fondos realmente “hagan lo que dicen” y promuevan la transparencia hacia los inversores minoristas, alineando los nombres de los fondos con las empresas en las que invierten. Pero:
- algunos están considerando retrasar la implementación a la espera de más aclaraciones por parte de la ESMA sobre cómo se aplicarán estas directrices en la práctica.
- podrían surgir problemas cuando entren en vigor: muchos fondos tendrán que desinvertir en empresas o sectores, cambiar el nombre de sus productos, o arriesgarse a no cumplir con las expectativas establecidas.
«para los fondos que utilizan terminología relacionada con la sostenibilidad, medio ambiente e impacto en sus nombres, puede ser complicado cumplir con los criterios de exclusión del índice de referencia alineado con París (PaB)»
La mitad de estos fondos están invertidos en empresas que no cumplen con estas exclusiones:
- combustibles fósiles
- tabaco
- armas controvertidas
- incumplen el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales
Asegurar que los fondos no estén expuestos a tales incumplimientos requiere una recopilación de datos rigurosa y una supervisión continua.
Más complicado en renta fija, como los bonos verdes, que en renta variable
Podría ser un problema para los que han invertido en instrumentos destinados a fines de sostenibilidad, pero cuyos emisores aún están en las primeras etapas de su transición y pueden tener líneas de negocio heredadas que no cumplen con los criterios de exclusión de PaB.
Incluso después de aplicar los criterios de exclusión, algunos gestores de activos pueden no estar seguros de cómo demostrar que cumplen con el umbral del 80 % relacionado con el objetivo ASG.
Muchos podrían necesitar buscar nuevas fuentes de datos para asegurar que sus declaraciones de sostenibilidad resistan el escrutinio adicional que exigirán estas directrices.
¿Y la supervisión de las directrices? Los distintos supervisores pueden tener interpretaciones diferentes sobre si ciertos términos están incluidos, y la garantía de la interoperabilidad, especialmente en relación con las normas de la FCA sobre los Requisitos de Divulgación de Sostenibilidad (SDR) en materia de denominación y comercialización.
Las directrices son una base sólida para asegurar que el sector de gestión de activos de la UE demuestre cualquier afirmación sobre la sostenibilidad de los productos ofrecidos a inversores particulares. Pero el camino hacia el cumplimiento será complicado. Muchos fondos deban cambiar de nombre, desprenderse de activos o enfrentar el riesgo de que su estrategia de inversión no cumpla con las expectativas de los supervisores.
Foto: El Espacio Cultural Serrería Belga, retrospectiva de Boris Savelev, Premio PHotoESPAÑA 2024