Carbon Trust y Vodafone Institute ven un potencial de ahorro de CO2e derivado del teletrabajo en lo que respecta a las emisiones de los desplazamientos y las oficinas, así como los posibles efectos rebote de las emisiones domesticas adicionales
- El ahorro potencial en España es de unos 3,9 millones de Toneladas de carbono al año, lo que equivale aproximadamente a 28 millones de vuelos de ida de Londres a Berlín
- El consumo de energía en las oficinas representa una mayor proporción de emisiones de CO2e que la que suponen las emitidas por los desplazamientos de los empleados
- Durante la COVID-19 gracias al teletrabajo, los empleados de las oficinas de Vodafone en Madrid ahorraron un total de 904 toneladas de CO2e
- Impacto estacional: durante el verano y debido al uso de aire acondicionado, en España, trabajar desde la oficina conlleva a un mejor equilibrio climático
Por cada empleado que teletrabaje, se ahorrarían 599 kg de CO2e. En el futuro, 6,52 millones de puestos de trabajo (34 %) en España se podrán realizar en remoto. La media de días de teletrabajo por semana ascenderá a 2,8.
3,6 días de teletrabajo ahorran 890 kg de CO2e por trabajador
De marzo de 2020 a marzo de 2021, los españoles trabajaron en remoto de media 3,6 días a la semana. Esto se traduce en un ahorro de emisiones de carbono de 890 kgCO2e por teletrabajador, lo que equivale a cinco vuelos de Madrid a Londres, un aumento del 58% en comparación con el período anterior al COVID.
España ocupa así el tercer lugar después de Italia y Alemania. En comparación, las emisiones evitadas por Suecia aumentaron de 124 kgCO2e a 243 kgCO2e. Esta variabilidad regional refleja las diferencias en el rendimiento energético promedio de los edificios, así como la variabilidad entre los patrones de desplazamiento: Suecia tiene una intensidad de red eléctrica relativamente baja y utiliza fuentes de carbono más bajas para los sistemas de calefacción domésticos, principalmente calefacción urbana, calefacción eléctrica y biomasa, y un uso insignificante de petróleo y gas, lo que lleva a una mayor eficiencia energética en comparación con otros países.
Esto también se confirma al identificar cuál ha sido el ámbito en el que más emisiones se han evitado: en todos los países, excepto en Suecia, las emisiones evitadas en las oficinas durante la pandemia COVID-19 supusieron el mayor impacto en la huella de carbono individual, y representaron más emisiones de CO2e evitadas que los desplazamientos. Los efectos rebote del aumento del consumo energético doméstico tampoco lo contrarrestaron. En España, los 270kg de emisiones de carbono domésticas adicionales durante la pandemia se compensan con el ahorro de emisiones en oficinas (867kg) y las evitadas por los desplazamientos al trabajo (294 kg).
Relevancia del impacto estacional en el consumo de energía
Si bien el trabajo en remoto ofrece claramente un ahorro medio anual de emisiones de carbono, no siempre es así, dependiendo de las circunstancias individuales. Los patrones de comportamiento estacionales, regionales e individuales conducen a diferentes escenarios sobre el consumo de carbono en el contexto del lugar de trabajo. Una comparación entre Alemania y España muestra que: debido a la alta demanda de calefacción y la combinación de energía fósil predominante en los sistemas de calefacción (petróleo y gas), las emisiones domésticas adicionales en Alemania aumentan en invierno, por lo que trabajar en la oficina puede resultar más eficiente durante esta temporada. Las emisiones de los empleados alemanes que viajan en transporte público (tren) en invierno son de 7,46 kgCO2e/día en la oficina frente a 12,71 kgCO2e/día en casa. En España, por otro lado, el uso doméstico generalizado de aire acondicionado en verano conduce a un aumento de las emisiones de carbono y hace que trabajar en la oficina sea potencialmente más respetuoso con el medioambiente en verano, especialmente cuando se viaja en tren. (Oficina: 3,49 kgCO2e/día versus teletrabajo: 5,78 kgCO2e/día).
Andie Stephens, Director Asociado de Carbon Trust: “El informe muestra que, si bien el trabajo a distancia ofrece un gran potencial de ahorro de carbono, es importante comprender los matices regionales y los patrones de trabajo, e identificar las ineficiencias que aumentan el consumo para crear escenarios de ahorro reales. Para conseguir los beneficios ambientales a largo plazo del aumento de los modelos de trabajo híbridos en el futuro, debemos asegurarnos de adoptar diferentes enfoques más allá del hogar. De lo contrario, las oficinas que operan a plena demanda de energía y solo están ocupadas a medias, o los sistemas de transporte que no pueden responder a la demanda cambiante, podrían conducir a un aumento general de las emisiones de carbono «.
Recomendaciones para organismos públicos y administraciones
Derivado de los resultados, el informe ofrece recomendaciones para las empresas y los responsables políticos sobre cómo pueden planificar y promover el trabajo en el hogar con el fin de eliminar las ineficiencias de CO2e en los edificios y mediante el suministro de energía. En este contexto, evalúa la influencia adicional que pueden tener áreas como la planificación urbana, el transporte y las telecomunicaciones sobre el potencial de ahorro.
Metodología
El alcance de las fuentes de emisiones de carbono contabilizadas por un teletrabajador medio incluía tres áreas clave:
- las emisiones medias evitadas en los desplazamientos del teletrabajo
- las emisiones medias evitadas del teletrabajo relacionadas con la oficina
- promedio de emisiones domésticas derivadas del teletrabajo.