Quiero plantea el debate de la influencia de la movilización ciudadana en la lucha contra el cambio climático o la desigualdad social y en la búsqueda de cambios legislativos que mejoren la sociedad, desde una vía de protesta no violenta

¿Es legítima la desobediencia civil? ¿Es un acto de violencia en sí? ¿Qué entendemos por violencia? ¿El fin justifica los medios? Los siguientes ponentes se lo preguntaron:

• Annie Machordom, investigadora del Museo de Ciencias Naturales
• Javier García Raboso, experto en jurisprudencia y miembro de la Comisión Legal Sol, que surgió horas después de que finalizara la manifestación que dio origen a la acampada de Sol del 15M de 2011
• Pablo Sallabera Moszczynska, estudiante de antropología y miembro del movimiento Fridays For Future/Juventud por el Clima
• Arturo Martínez, doctor en filosofía, especialista en antropología y estética, poeta.

“Con esta nueva edición de Quiero Filosofía queríamos pararnos a pensar qué se entiende por desobediencia civil, cómo se articula en la sociedad, cómo queda recogida en las leyes y los derechos que tenemos como ciudadanos para practicarla. Además, queríamos desgranar los motivos que nos pueden llevar a movilizarnos a través de la desobediencia civil y de manera apasionada a través de la acción donde no llega la razón” José Illana, fundador de Quiero

Las desigualdades están despertando la desobediencia civil de los ciudadanos (violenta en muchos casos) como en Chile, Bolivia o Francia. Los chalecos amarillos y pensionistas franceses, el 15M español, las de Hong Kong o las Primaveras Árabes o las huelgas climáticas son otro ejemplo, impulsadas por movimientos juveniles como Fridays For Future o Extinction Rebellion.

Pero no hay que confundir churras con merinas. Una cosa es la desobediencia civil y otra la violencia. La ética entiende la desobediencia civil como un ejercicio de conciencia, y en cómo se recurre a esta vía como una forma de movilización social cuando ya otras vías como las políticas no son suficientes para provocar el cambio.

“Históricamente, los grupos que han trabajado por la lucha de los derechos de los demás son vistos por parte de la sociedad como una gran amenaza. Por eso, cuando existe desobediencia civil la represión pretende desmovilizar y la protesta pacífica siempre va precedida de la criminalización, como en el caso de Greta Thunberg, a quien la presentan como un ‘juguete’ en la lucha por el cambio climático por intereses de sus padres y de lobbies ecológicos, o en el caso de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca que se presentaban como contrasistemas económicos o de la Ley Mordaza para limitar las protestas ciudadanas” Javier García Raboso

3 vías de represión la desobediencia civil

• Administrativa, frente al ciudadano que “individualiza el sufrimiento”
• Penal que “lo castiga directamente”
• Uso excesivo de la fuerza contra la sociedad civil que puede llegar a vía penal y administrativa.

3 tipos de ética (Arturo Martínez)

• Valores absolutos de la Grecia Clásica. El criterio del bien es la verdad y la justicia
• Alteridad. El concepto del yo entra en juego, así como el del cuidado de los otros.
• Los valores subjetivos. Una sociedad líquida y una cultura fragmentada en la que todo es volátil y desde ahí se puede justificar todo, hasta la violencia en la desobediencia civil.

«La desobediencia climática se debe a un compromiso con la justicia climática y de empatía con los que están sufriendo el cambio climático de manera más aguda en los países más pobres. La desobediencia civil supone en muchos países jugarse la vida. Por eso es necesaria para unir diferentes intereses de una sociedad fragmentada y avanzar en los desafíos sociales, porque la desobediencia civil es un paso previo para que los diferentes actores de la sociedad se pongan a dialogar en una mesa” Pablo Sallabera Moszczynska

“La ciencia lleva más de 50 años alertándonos de que estamos incidiendo directamente en la variación del clima y acelerando el cambio climático. Si como seres humanos estamos desconectados de la naturaleza cómo vamos a cuidar del medio ambiente. Por eso los científicos e investigadores vivimos una frustración con la emergencia climática de que no haya llegado antes a la conciencia global a pesar de que llevamos muchos años trasladando a la sociedad el impacto negativo del cambio climático” Annie Machordom

La clave parece ser el papel del individuo para movilizarse y a la consciencia de cada uno para protestar a través de la desobediencia civil, que es una decisión personal. Siempre y cuando no se utilice la violencia.

Fotografía: La estación de metro Plaza de Maipú destruida por vándalos durante la manifestación del 18 de octubre de 2019, gatillada por el alza en la tarifa del metro. Fecha 21 de octubre de 2019, 11:47:46 Autor Jorge Barrios Riquelme