Endesa ha destinado este año 66 millones de euros al mantenimiento preventivo de su red de distribución eléctrica y de las masas forestales que la rodean para asegurar la continuidad del suministro y reducir el riesgo de incendios en el período estival
400 trabajadores de Endesa fueron empleados en estas labores, todo ello en medio de las condiciones extraordinarias por la pandemia para asegurar el servicio esencial de suministro eléctrico. Así se ha podido mantener la actividad de proveedores de materiales y servicios, y de los empleos.
Endesa utiliza las últimas tecnologías para mejorar la eficacia de las operaciones en campo: drones, escaneado de la red con tecnología LIDAR así como 10 gafas de realidad mixta con cascos de protección individual. El Trimble del modelo XR10 Microsoft HoloLens 2 es un nuevo casco de realidad mixta que permitirá además a los trabajadores de campo acceder a la información holográfica en materia de seguridad laboral.
El objetivo es desarrollar un software que permita fusionar el mundo real con el virtual. Es decir, generar un modelo 3D del bosque donde hay físicamente un operario y sobreponer información virtual que le permita comprobar que las distancias entre la masa forestal y las instalaciones eléctricas son las correctas. Así, verá fácilmente y con tecnología holográfica qué parte de la masa forestal próxima a los tendidos eléctricos debe eliminarse. Además, los dispositivos también permiten hacer videollamadas para que los trabajadores puedan recibir asistencia a distancia.
La obtención durante los últimos tres años de datos mediante el uso de la tecnología LIDAR , que combina tecnología GPS con sensores láser para realizar mapas tridimensionales, permitirá ahora volcar todos los datos obtenidos y hacer posible la realidad mixta.
Las gafas de realidad mixta se empezarán a testar en Cataluña y se usarán posteriormente en Aragón, Andalucía y Extremadura, Baleares y Canarias.
La red de distribución de Endesa es de 317.000 kilómetros el equivalente a dar 8 vueltas al mundo
Gran parte de estas líneas áreas atraviesan terrenos o zonas forestales que precisan de una adecuada conservación de las masas de vegetación. Con la tala y poda y limpieza de la masa vegetal (21,5 millones de euros este año) se asegura la apertura de corredores de seguridad debajo de las redes tanto de alta como de media y baja tensión, lo que permite evitar incidencias en el suministro eléctrico y minimizar el riesgo de incendio.
Los trabajos de tala y poda selectiva se ejecutan según los criterios estipulados en la normativa nacional y autonómica, que marcan la periodicidad en función del calendario de crecimiento de las diferentes especies.
Otras revisiones en sus instalaciones de distribución (44,5 millones de euros)
- Las termografías de las líneas y subestaciones de media y alta tensión. Inspección de la red con cámaras de infrarrojos, ya sea desde tierra o por aire, para detectar si hay algún elemento que presente una temperatura más elevada de lo normal, lo cual indica que sufre una anomalía. En caso de detectarse cualquier anomalía, las coordenadas del “punto caliente” quedan registradas y se activa de forma automática el mecanismo para corregirla. Este año se han inspeccionado 5.500 km de líneas de alta tensión con helicóptero.
- Drones están equipados con cámaras de alta resolución que permiten captar imágenes de las líneas y son especialmente útiles para comprobar el estado de las infraestructuras en las zonas de difícil acceso sin necesidad de interrumpir el suministro. Los aparatos permiten también verificar la anchura de los corredores de seguridad que actúan como cortafuegos