El 54 % de las empresas medianas españolas tiene previsto invertir en iniciativas sostenibles en los próximos doce meses. Las europeas, el 50 %
Entre los principales motivos por los que Las compañías se lanzan a invertir en sostenibilidad están la reputación de marca, la mejora de la competitividad y sus objetivos comerciales.
En cuanto a áreas concretas, tienen previsto invertir en:
- energías renovables.
- gestión y reducción de los residuos
- empleo de la digitalización para impulsar la eficiencia
- desarrollo de productos sostenibles
- reducción de emisiones de carbono
“La adopción de criterios sostenibles es recomendable por el cumplimiento de la normativa.
además supone ventajas también a nivel de imagen y rentabilidad, o para facilitar y agilizar los procesos internos.
Los responsables de las empresas medianas lo saben y están haciendo grandes esfuerzos”
Sergi Puig-Serra, Grant Thornton
El 40 % de las empresas ya tiene una estrategia de sostenibilidad
La elaboración de una estrategia de sostenibilidad la medida más habitual. O ya están en marcha o tienen planeado hacerlo en los próximos doce meses. También, la elaboración de informes y memorias, la evaluación de criterios ASG y el cumplimiento de objetivos en materia de sostenibilidad.
Aunque el nivel de implantación de las medidas en la Unión Europea es similar al de nuestro país, España se encuentra por debajo del compromiso mundial por la sostenibilidad
El cumplimiento de los criterios ASG, obstáculo para la internacionalización
Las empresas medianas tienen una idiosincrasia propia que las impide avanzar en materia de sostenibilidad al mismo ritmo que el de las compañías más grandes.
El porcentaje de grandes empresas que trabajan ámbitos relacionados con los ODS ya alcanza el 99 % pero solo el 67 % disponen una estrategia de sostenibilidad y el 28 % en el caso de las de menor tamaño.
La obligatoriedad en el cumplimiento de las normativas es un obstáculo para el desarrollo de sus negocios, hasta el punto de lastrar su expansión internacional.
«Las empresas españolas son perfectamente conscientes de las numerosas ventajas que conlleva para sus negocios el complimiento de las normativas relacionadas con la sostenibilidad, pero existen un gran número de circunstancias a su alrededor que las pueden llevar a no implantarlas en el corto plazo”
Jaime Romano, Grant Thornton
Contar con los recursos necesarios en términos de personal y tiempo es la principal preocupación a la hora de cumplir con las normativas relacionadas con la sostenibilidad. También, la velocidad con la que las instituciones las actualizan. La complejidad y el coste de cumplir con un marco legislativo cambiante dificultan la adaptación de las compañías, creando una paradoja en la que se necesitan criterios de sostenibilidad para atraer inversión, pero también inversión para cumplir con estos criterios.
Nuestras empresas se enfrentan a un denso marco normativo en materia de sostenibilidad, que se ha visto incrementado notablemente en los últimos años.
- CSRD obliga a aumentar la transparencia y la responsabilidad con sus grupos de interés.
- El Reglamento Taxonomía (UE) 2020/852 exige reportar actividades medioambientales elegibles y alineadas. Además, los estándares IFRS S1 y S2 proporcionan directrices sobre riesgos y oportunidades climáticas y medioambientales, especialmente cuando no aplican otras normativas.
- La Directiva en Diligencia Debida en Sostenibilidad, aprobada en abril de 2024, impone obligaciones para garantizar el respeto a los derechos humanos y el medioambiente, con sanciones de hasta el 5 % del volumen de negocio en caso de incumplimiento.
“Un gran número de empresas españolas no son conscientes del “tsunami normativo” que deberán afrontar a muy corto plazo. La adaptación a las nuevas normativas europeas en materia de sostenibilidad es un proceso lento y complejo que debe planificarse con tiempo y recursos”
Sergi Puig-Serra, Grant Thornton
Empresas medianas e iniciativas sostenibles, retos
El middle market, por su gran peso en la economía y por su importancia en la cadena de suministro, es clave para la sostenibilidad global. Sin embargo, ha de afrontar retos fundamentales como la reputación y el acceso a la financiación, las crecientes presiones normativas, y las expectativas de inversores y consumidores. De hecho, no apostar por la sostenibilidad puede influir negativamente en su capacidad para competir en mercados internacionales y afectar la percepción de inversores y clientes.
Fuente: “El camino hacia un futuro sostenible: Por qué el mundo necesita un middle market sostenible” Grant Thornton