Si vemos la botella medio llena estamos de enhorabuena: la contratación de personas con discapacidad (pcd) despega un 5,2 % en los 9 primeros meses del año. La contratación del conjunto de la población lo hace tan solo un 2,9 %. Los primeros firmaron 87.083 contratos de trabajo (82.692 en 2017). ¿Se logrará batir la marca del año pasado en el conjunto de 2018? Desde luego los 110.068 contratos de enero a diciembre de 2017 fueron un récord histórico pero en 2018 vamos por buen camino. Si vemos la botella medio vacía, tenemos motivos para ser pesimistas: entre septiembre de 2016 y septiembre de 2017, la contratación de pcd se incrementó un 13 %.
La sociedad (y las empresas) están cambiando de mentalidad. La Ley de contratos del sector público van a aportar un nuevo enfoque al sector sumando visibilidad y destrucción de tópicos y prejuicios. El empleo ordinario debe combinarse con los Centros Especiales de Empleo (CEE). Las pcd son un valioso activo para la sociedad y las organizaciones modernas y dinámicas no deben desperdiciarlo. Todo suma. En términos de productividad, de colaboración, de clima laboral, de marca y reputación… Las empresas que no incluyan la discapacidad entre sus objetivos estratégicos difícilmente podrán ser consideradas organizaciones socialmente responsables