Los jóvenes siempre han sido el grupo social más fácilmente influenciable y susceptible a las diferentes actividades o hábitos de moda que pueden conducir rápidamente a la adicción
En el pasado, la clave para protegerlos era la educación por parte de la familia y la escuela, pero hoy está claro que esto ya no es suficiente.
En España, miles de jóvenes, por ejemplo, empiezan a fumar durante la adolescencia y enseguida muestran signos de adicción. La comida basura, las redes sociales y los videojuegos también atraen a los jóvenes, lo que les lleva a adquirir nuevos hábitos adictivos.
Según UNICEF, uno de cada tres adolescentes en España hace un uso «problemático» de Internet y las redes sociales, y uno de cada cinco podría estar enganchado a los videojuegos.
Estos hábitos de consumo, adquiridos a una edad temprana, se han convertido en un problema cada vez mayor, no sólo en lo que respecta a la salud de los jóvenes, sino también a sus interacciones sociales.
Los poderes públicos son ahora conscientes de la necesidad de frenar estos problemas, pero para ello es fundamental que los agentes económicos también asuman la responsabilidad de contribuir al cambio. Resulta gratificante observar que, desde hace algunos años, existe un movimiento y una conciencia colectiva crecientes para una mayor protección de los jóvenes. De hecho, cada vez son más los actores de la industria impulsan las políticas de protección de los jóvenes a través de diversas acciones y programas de apoyo.
Comunicación responsable
Todas las empresas, independientemente del sector, pueden aplicar fácilmente diferentes soluciones para maximizar la protección de los jóvenes.
Todo comienza con la aplicación de una estrategia de comunicación corporativa adecuada para llegar específicamente sólo al grupo objetivo.
Deben evitarse las asociaciones o los embajadores de marca, que son especialmente populares entre los jóvenes, así como las campañas publicitarias en las que aparecen jóvenes. Estos métodos fomentan la identificación del público juvenil con el contenido y, por lo tanto, fomentan un consumo inadecuado.
Estas razones son las que han impulsado a RELX International, a comprometerse a través de su ‘Guardian Program’, que abarca desde el desarrollo del producto hasta la venta, pasando por los esfuerzos concertados con los minoristas para intensificar la identificación in situ. A través del ‘Guardian Program’, desde RELX International abogamos por la inclusión de advertencias sanitarias, destacar los límites de edad y promover unas estrategias de venta alejadas del estilo de vida de los jóvenes, para evitar cualquier tipo de identificación o incitación al consumo.
Visualización de los riesgos del consumo incontrolado
Con el fin de limitar y evitar cualquier tipo de daño colateral, a lo largo de los años se han puesto en marcha numerosas acciones preventivas apoyadas por el gobierno. Además de las advertencias obligatorias sobre los riesgos y los límites de edad, como en el caso de las bebidas alcohólicas para las mujeres embarazadas y los menores, muchas empresas alimentarias han introducido nuevas etiquetas de advertencia que pretenden concienciar a los consumidores, como es el caso de «no sustituye a una dieta saludable ni a la actividad física».
Otras empresas también están marcando el camino, mediante la difusión de nuevas advertencias. Por ejemplo, el sector de los videojuegos, en el que se recomienda regularmente evitar su uso prolongado y/o hacer una pausa de 15 minutos por cada hora de juego.
Desarrollo de programas de prevención
Cada vez más empresas se convierten en promotoras de verdaderos programas de prevención para contrarrestar los posibles efectos nocivos y ofrecer un marco de consumo claro y controlado. En 2022, ser un actor clave en la industria significa ser consciente de nuestra influencia en la sociedad, especialmente cuando se trata de los jóvenes.
Ante la constante evolución de los comportamientos y hábitos de consumo, demasiados actores tienden a eludir sus responsabilidades. De ahí la importancia de pararse a analizar el impacto de la propia actividad y tomar un papel activo en la formulación de soluciones. Todos somos, ante todo, parte del tejido social, antes que de la economía, por lo que tenemos un importante papel que desempeñar en la protección de las generaciones futuras.
No obstante, es importante educar a los consumidores de forma intergeneracional para que tanto los adultos, que ya son actores económicos activos, como las empresas puedan moverse juntos para proteger a los jóvenes. Es nuestro deber, como actores de la industria, difundir mensajes positivos y hacer una contribución efectiva.
Mónica Andrade, Country Manager de RELX España