Su Majestad el Rey ha entregado hoy los XXI Premios CODESPA, en CaixaForum Madrid
Los ganadores son Fundación Naturgy, Bancamía y María López-Escorial y los finalistas Kingo Energy, Hanes Brands Inc. y Rosa Martín Tristán.
En una convocatoria marcada por la pandemia, se ha querido destacar la aportación positiva de dos iniciativas empresariales enfocadas a resolver los problemas de los más vulnerables y fomentar la inclusión en las sociedades donde operan. También se ha subrayado el papel del periodismo en una sociedad global.
Antes de entregar los premios, el Rey ha mantenido una reunión con el patronato de CODESPA, que preside de forma honorífica, y ha saludado a los socios del Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo.
“Quiero agradecer y reconocer nuevamente toda esa labor, en nombre de todos, especialmente de los miles de beneficiarios en diversos lugares del mundo (hoy en 11 países);
hombres, mujeres, familias, barrios y pequeñas poblaciones, e incipientes y transformadores negocios, que han visto materializarse la esperanza de vuestra mano”
Hay que proponer soluciones adaptadas a los problemas de las personas, de primera mano; hablar con la gente de manera directa, porque las soluciones propuestas se construyen junto a las comunidades que participan en los proyectos.
Donde están los más vulnerables
- El “Plan de Vulnerabilidad Energética” de Fundación Naturgy ha rehabilitado 2.000 viviendas. Además, 24.200 personas recibieron formación sobre ahorro energético.
- Bancamía -Fundación Microfinanzas BBVA- trazó un radio de acción de 10 kilómetros alrededor de las oficinas de Bancamía para la la inclusión financiera de 270.000 personas y la movilización de 230.000 millones de pesos.
- María López Escorial “Un Uber para alquilar tractores y otras formas de revolucionar el modelo agrícola en países en desarrollo” (El País, Planeta Futuro).
Desarrollo económico sostenible
“Permitidme que vuelva a hacer memoria del lejano 1993, año en el que asumí la Presidencia de Honor de la Fundación. Entonces tenía 25 años y estaba terminando la licenciatura de Derecho. Tomaba el testigo de mi abuelo, D. Juan, Conde de Barcelona, en un momento en el que la fundación contaba con menos de diez años”