Y además, el más sostenible del mundo
Es el único plátano del mundo reconocido con el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP), que avala su calidad diferenciada, cultivado bajo los más estrictos estándares de la UE (control fitosanitario, medioambiental y de seguridad alimentaria).
El platanero ha sido el primer subsector primario, en España, que ha acreditado su huella de carbono en los procesos de cultivo, procesamiento, distribución y maduración.
Éxito medioambiental
- Cercanía y facilidad de transporte (envío diario de 1 millón de kilos desde Canarias a la Península)
- Compromiso con las técnicas de cultivo manuales -en las que apenas se contempla la mecanización-.
- Conserva el suelo como recurso.
- Elimina gases con efecto invernadero.
- Uso eficiente del agua -optimización de los sistemas de riego- y la reducción -al máximo- de fertilizantes químicos.
El volcán, dejó a 400 familias directamente afectadas y 250 hectáreas sepultadas por la lava. La fidelidad y el apoyo de los consumidores es clave para la supervivencia y sostenibilidad del plátano.
Está vinculada a los estrictos estándares de control fitosanitario, medioambiental y de seguridad alimentaria que marca la Unión Europea (UE) no como otros…
- Genera empleo de calidad (8.500 hectáreas de superficie, que pertenecen a 8.000 productores).
- Técnicas tradicionales y manuales, en las que apenas se contempla la mecanización lo que se traduce en calidad del producto que llega, finalmente, a nuestros hogares, y del propio entorno.
Respecto a otros productos de su misma categoría, procedentes de latitudes más lejanas es ‘fruta de proximidad’: 1 millón de kilos plátano se envían, cada día, desde Canarias hasta la Península.