El mercado inmobiliario chino lleva años en declive pero las autoridades chinas dan creíbles señales de vida
El mercado inmobiliario chino lleva años en declive y las autoridades del país han intentado, de forma limitada, descoordinada y, en última instancia, infructuosa, aportar algún tipo de solución en los últimos años.
En las últimas semanas han aparecido detalles de un plan más coherente para detener la hemorragia.
Los desequilibrios económicos de China no se resolverán mediante un comunicado de prensa
Sin embargo, las medidas son positivas y reducen la probabilidad de un desenlace mucho peor. Aunque este último no era nuestro escenario base, es justo decir que sus probabilidades iban en aumento.
Por poner en contexto la situación, la crisis inmobiliaria china tiene su origen en un auge de la construcción y la inversión que duró años y que empezó a convertirse en una crisis en 2020.
El gobierno endureció la regulación de los promotores inmobiliarios, lo que provocó impagos generalizados y una importante contracción de la actividad inmobiliaria.
Los gobiernos locales de China obtienen gran parte de su financiación de la venta de terrenos, algo que no suele estar precisamente de moda cuando los grandes promotores inmobiliarios incurren en impagos.
La situación financiera de los gobiernos locales ha empeorado y han tenido que apretarse el cinturón
- Consumidores: gran parte de su riqueza ligada al inmobiliario. A medida que se ha desplomado también lo ha hecho la confianza de los consumidores.
- El gobierno: medidas hostiles contra la educación privada, el juego y las empresas de Internet, lo que no ha ayudado a la inversión privada en la economía nacional.
Cóctel tóxico: desapalancamiento generalizado, deflación y crecimiento lento con escasos signos de recuperación, que como efecto secundario perjudica a los ingresos fiscales.
El plan más coherente para atajar la creciente crisis empezó a perfilarse a finales de septiembre, cuando el Banco Popular de China anunció una serie de medidas que fueron más allá de lo que esperaba el mercado:
- tipos de interés
- coeficiente de reservas obligatorias de los bancos
- anticipos para las hipotecas de segunda vivienda
- nuevo mecanismo para respaldar el mercado de renta variable.
Un par de días después hubo declaraciones en la reunión del Politburó que dejaban entrever un mayor sentido de urgencia por parte de las autoridades respecto a la situación económica y a un posible estímulo fiscal dirigido al mercado de la vivienda.
El último movimiento ha llegado por parte del Ministerio de Finanzas, y aunque no se anunciaron medidas directas dirigidas al consumo y los mercados seguían algo hambrientos de más detalles, hubo algunos puntos importantes que merece la pena mencionar.
El Gobierno elevará el techo de deuda de los gobiernos locales, permitiéndoles emitir nueva deuda y refinanciar la deuda de sus vehículos financieros de los gobiernos locales
No es la primera operación de canje de deuda que realiza China, pero, aunque no hubo cifras concretas sobre la magnitud de este programa, el tono indicó que era considerable. Como resultado del canje, deberían reducirse los costes por intereses, ampliarse los plazos de vencimiento, mejorar la liquidez de las empresas locales que verán reducida su pila de deuda y los contratistas locales deberían cobrar sus facturas atrasadas.
Se permitirá a los gobiernos locales emitir bonos especiales para comprar existencias de viviendas en el mercado.
El Ministerio de Finanzas emitirá bonos especiales para aumentar el capital de los seis mayores bancos estatales. Éstos no necesitaban urgentemente capital, pero una mejor capitalización ayuda.
También podría significar que los bancos están más dispuestos a reconocer las pérdidas antes y seguir adelante, en lugar de “ampliar y fingir” préstamos que, de todos modos, tendrán que ser reestructurados en algún momento.
El gobierno central dispone de un amplio margen para aumentar el déficit y emitir más deuda
El gobierno está preocupado y dispuesto a actuar para proporcionar un suelo a la economía.
Aunque los activos chinos han experimentado fuertes oscilaciones mientras los mercados asimilaban las últimas medidas, éstas siguen siendo muy pertinentes, incluso para quienes no tienen una exposición directa a los activos chinos.
Aunque el PIB de China es menor que el de EE.UU. en términos nominales, su crecimiento es mucho mayor. China representa el 18 % del PIB mundial, pero es probable que represente 33 % del crecimiento mundial.
El plan coordinado y de mayor envergadura es sin duda una buena noticia para la economía mundial y para quienes, como nosotros, creen que la economía mundial no se encamina hacia un aterrizaje brusco.
Esto da más munición a los compradores de crédito y otros activos de riesgo.