El libro ‘Aguas mineromedicinales, termas curativas y culto a las aguas en la Península Ibérica’ de Fundación Aquae y UNED analiza 152 yacimientos milenarios que descubren el culto a las divinidades de las aguas y el termalismo medicinal en la Península Ibérica
Desde la Protohistoria a la Tardoantigüedad, la Península Ibérica tiene una larga tradición de termalismo medicinal y culto a las divinidades de las aguas. Entre la segunda Edad del Hierro y la Antigüedad Tardía, 152 yacimientos son estudiados en su contextohistórico, con datos referidos a la época prerromana, si los hubiere; así como datos de la época romana, ya sean inscripciones, hallazgos numismáticos (monedas) o restos arquitectónicos. Siempre que ha sido posible, también se ha especificado la composición y la temperatura del agua de las surgencias analizadas.
«La evolución geológica determina la aparición, y también la desaparición, de manantiales con temperaturas y composiciones químicas diversas, que otorgan a estas fuentes un carácter “especial” que propicia su utilización con fines curativos o religiosos. Este uso arranca desde la remota Antigüedad y se mantendría, en numerosos ejemplos, hasta nuestros días». Carme Miró
Si uno de los elementos que definía la ciudad en la época romana era la existencia de termas –con fines lúdicos e higiénicos- e incluso en muchas villae y mansiones se construía un pequeño establecimiento termal o balneum; en el caso de las termas medicinales o curativas, estas se edificaban allí donde brotaba el agua. Por eso, no podemos olvidar que el hecho que determina la localización de estas termas medicinales es su proximidad al manantial que las alimenta.
Algunas termas curativas propiciaban la construcción de asentamientos en los que se llevaban a cabo los tratamientos y se alojaba a enfermos y a sus acompañantes y, seguramente, también a médicos y sacerdotes, al mismo tiempo que impulsaban una red de caminos de acceso a estos enclaves. En estos casos, el agua era el ingrediente imprescindible para aplicar, trabar y administrar los hongos, barros y hierbas curativas mediante emplastos, pomadas, fangoterapia, maceraciones e infusiones.
Esta clase de complejos termales suponían, en muchos casos, la aparición de nuevos enclaves que modificaban el paisaje antiguo, propiciando incluso el surgimiento de núcleos urbanos estructurados en torno al establecimiento termal, como ocurrió en Caldas de Montbui (Barcelona), las mejor conservadas de la Península Ibérica; o en Aquae Flaviae, en Chaves (Portugal).
«Algunos de estos lugares con manantiales de aguas a altas temperaturas, en función de su aprovechamiento, eran conocidos con la denominación “Aquae” o “Aquae Calidae”» María Jesús Peréx
El agua, puente al Más Allá
En el mundo antiguo, los límites entre la medicina, la magia y la religión estaban íntimamente interrelacionados. En Grecia, Roma, Egipto y en el ámbito fenicio-púnico se observan elementos mágicos en los rituales religiosos y preceptos médicos en la práctica de la incubatio (rito prehipocrático utilizado en santuarios para que el dios revelara cómo sanar); todo ello bajo la protección de las divinidades. Para el mundo ibérico, al igual que para el céltico y el mediterráneo, las aguas constituían el elemento de paso al Más Allá, vía de comunicación con los antepasados que moran junto a los dioses. Al igual que en el mundo antiguo, en el mundo ibérico la purificación mediante las aguas restablecía la armonía a tres niveles: individual, social y espiritual.
A las advocaciones a las divinidades relacionadas con las aguas, como las Ninfas, se suman otras relacionadas con la salud, como Salus, o, incluso, algunas ajenas a ellas como en el caso de la inscripción a Juno (diosa de la maternidad en la mitología romana), localizada en Alange (Badajoz). También se han encontrado algunas advocaciones a divinidades indígenas, existentes con anterioridad a la colonización romana, relacionadas con el culto a determinadas aguas. De ahí que, aunque se haya generalizado la expresión “culto a las aguas”, lo que subyace es el culto a las divinidades que se manifiestan por medio de determinadas aguas.
Principales autores
- Carlos Martín Escorza
- Javier Andreu
- Carme Miró
- María Jesús Peréx