Van der Welle, gestor de Robeco Sustainable Multi-Asset Solutions
La renta variable cotiza en un estrecho margen que no se veía desde la burbuja tecnológica de 2000 y la crisis de la CID-19 de 2020
Los valores megatecnológicos registran prácticamente toda la rentabilidad del mercado.
- La IA ha cautivado especialmente la imaginación, disparando los precios de las acciones de los gigantes tecnológicos.
Sin embargo, los indicadores económicos siguen señalando que el mundo se encuentra en un ciclo económico tardío que probablemente provoque una recesión en 2024. Este tipo de divergencia puede confundir a los inversores y ha llevado al equipo de multiactivos de Robeco a adoptar una postura más prudente en sus carteras.
Tras un pésimo 2022, en el que las agresivas subidas de tipos y el aumento de las tasas de descuento marcaron la pauta, los inversores han permanecido a la expectativa de una narrativa positiva para los flujos de caja.
- ¿Cómo ha influido ChatGPT?
En 2022, el comportamiento relativo de las acciones tecnológicas frente al índice general estuvo estrechamente ligado a la variación de los intereses en términos reales.
Pero la situación ha cambiado: las tecnológicas ha desafiado claramente la atracción gravitatoria de unos tipos de interés reales más altos.
Es más, los grandes valores tecnológicos de Estados Unidos han superado incluso al S&P 500 sin tecnológicas en nada menos que un 50 %. Si no fuera por las grandes tecnológicas, el S&P 500 habría subido un 1 %.
- ¿La IA desencadenará cambios profundos en todos los sectores económicos?
Si de la rápida difusión de la tecnología de IA surge un impulso positivo de la oferta que estimule la productividad, así como una desinflación benigna, la rentabilidad del S&P 500 no relacionada con la tecnología pronto podría seguir el mismo camino.
Sin embargo, la perspectiva es importante a la hora de invertir y es fácil confundir las perspectivas seculares con las cíclicas. Fue el economista estadounidense Robert Solow quien se hizo célebre por comentar que veía ordenadores por todas partes excepto en las estadísticas de productividad. Puede que el ritmo de difusión de la tecnología haya aumentado a medida que hemos entrado en la era de la digitalización, pero todavía podría defraudar las expectativas».
- ¿El fuerte impulso positivo del mercado bursátil propiciado por la IA puede prolongarse durante más tiempo?
El contexto cíclico se atenúa en nuestra hipótesis base, insinuando que nos encontramos en una fase tardía del ciclo económico que, en última instancia, desembocará en una recesión en 2024».
El fuerte impulso de la IA recuerda a los pájaros blancos de la famosa litografía «Dos pájaros» de M.C. Escher, de 1938. Los pájaros blancos enseguida despiertan la atención (y la imaginación), pero, si se observa bien la imagen, aparece un pájaro idéntico con un plumaje marcadamente más oscuro, simétricamente desde el fondo, volando en sentido opuesto.
- ¿Hay divergencias notables en la macroeconomía?
Efectivamente, es el caso de los datos de las encuestas a consumidores y productores sobre el rumbo de la economía y las cifras reales de la economía (PIB, venta minorista). Los primeros son pesimistas desde el cuarto trimestre del año pasado, y el conocido indicador del ISM manufacturero lleva siete meses seguidos insinuando una recesión en el sector manufacturero».
Pese a que el ISM manufacturero suele ser bastante acertado a la hora de captar las oscilaciones de la actividad económica, en Estados Unidos, de manera general, la actividad económica no ha cedido, con un PIB estadounidense en expansión durante los dos últimos trimestres. Algo similar dan a entender los datos macroeconómicos europeos, aun cuando la eurozona ha evitado una recesión por un margen mucho menor en lo que va de año.
- ¿Nos encontramos ante una euforia irracional?
Gran parte de esta situación se ha generado artificialmente por los fondos de recuperación postcovid, por valor de 2,5 billones de USD, que provocaron una insostenible euforia por gastar en Estados Unidos.
La adquisición de hábitos por parte del consumidor estadounidense, que ha llevado a un frenesí de gasto (excesivo) incentivado por los enormes paquetes de apoyo fiscal postpandemia, parece ser la principal culpable.
La relación entre los indicadores adelantados del ciclo económico y la economía real no se ha roto, pero los desfases pueden ser mayores de lo habitual, debido a la inesperada resiliencia del consumidor, que ha seguido gastando incluso cuando el crecimiento de los ingresos reales disminuyó el año pasado.
- ¿Sin embargo, esta fortaleza se está erosionando?
Los datos de las tarjetas de crédito muestran que el consumidor estadounidense está al límite. El consejero delegado de Walmart señaló a principios de este año que los consumidores se han vuelto más “reflexivos y exigentes”. Los datos de las ventas minoristas del primer trimestre de 2023 revelan que el consumidor estadounidense ya ha empezado moderarse, comprando cosas más baratas y menos superfluas.
Un aumento de la elasticidad de los precios de la demanda de los hogares pone en peligro la capacidad de fijación de precios y los beneficios de las empresas. No obstante, existen refugios seguros. Aunque los volúmenes generales de gasto minorista se han aplanado, los patrones de gasto muestran una brecha entre las categorías de ingresos, ya que la demanda mundial de bienes de (gran) lujo sigue siendo alta.