Concepción Arenal fue una de las pensadoras más importantes del siglo XIX en España
Correos la incluye en su serie de sellos «Mujeres Escritoras»
Concepción Arenal (1820-1993) se enfrentó a las convenciones de su tiempo y a defender a los desfavorecidos. Fue una curiosidad intelectual que nunca sació por completo, guió sus primeros años de vida, aun todavía cuando su madre se oponía formalmente a que cursara estudios superiores.
Luchó contra estereotipos y prejuicios
Asistió, “vestida de hombre” (utilizó pantalones), a algunas clases de Derecho en la universidad, pese a no poder cursar la carrera ni alcanzar ningún título.
Fundó La Voz de la Caridad, un periódico que denunciaba los abusos e inmoralidades presentes tanto en hospicios como en sórdidas y hacinadas cárceles.
“El patronato de los diez”
A imitación de Francia, diez familias adineradas ayudaban a una familia sin recursos. Arenal dirigió , durante la tercera guerra carlista, el Hospital de Sangre de Miranda de Ebro, donde atendió a los soldados de ambos bandos.
También defendió el que las mujeres pudieran dedicarse a profesiones que hasta entonces les estaban vetadas.
«Es un error grave y de los más perjudiciales, inculcar a la mujer que su misión única es la de esposa y madre […].
Lo primero que necesita la mujer es afirmar su personalidad, independientemente de su estado, y persuadirse de que, soltera, casada o viuda, tiene derechos que cumplir, derechos que reclamar, dignidad que no depende de nadie»
La educación de la Mujer
Como secretaria de la sección femenina de Cruz Roja, Concepción Arenal escribió en la revista de la Organización desde su origen e impulsó, con una voz propia, ideas transformadoras y críticas hacia el status quo de la época, de las que se conserva abundante documentación, así como manuscritos y correspondencia oficial en el Centro de Documentación de Cruz Roja Española en Madrid: Centro de Documentacion – Cruz Roja. Ideas que también respaldaron otras mujeres de su tiempo, entre ellas, Gertrudis G. de Avellaneda, Carolina Coronado, o Cecilia