Los afectados por desastres naturales pueden acceder a luz e internet en pocos minutos con un kit de emergencias
Un kit de emergencia «hazlo tú mismo» para que los afectados por desastres naturales accedan a luz e internet en pocos minutos es la ganadora del último Desafío Google.
237 100 personas de 8 países dispnen de redes de alumbrado público gracias a ‘Un litro de luz’
Google y ‘Un litro de luz’ se alían para crear un kit de emergencia con el que los afectados por desastres naturales construyen sus propias redes de alumbrado y telecomunicaciones, impulsadas por energía solar.
Por lo menos, las personas obligadas a abandonar sus hogares por culpa de terremotos, huracanes o inundaciones, tienen acceso a luz e internet desde cualquier lugar del planeta, de forma rápida y sencilla, siguiendo las instrucciones del kit.
Google y ‘Un litro de luz’, ganadora del Desafío Google 2017 (certamen al que se presentaron 2 300 proyectos que buscan beneficiar a la sociedad a través de la tecnología), se encuentran en pleno proceso de diseño, desarrollo de software e integración de tecnología para conseguir que estos kits de emergencia puedan controlarse de forma remota.
«facilitará todos los componentes necesarios para que estas comunidades desplazadas puedan montar postes de luz según la filosofía “do-it-yourself” (hágalo usted mismo) y al estilo Ikea: rápido y fácil»
Camilo José Herrera, ‘Un litro de luz’
El objetivo que se han propuesto es:
- contar con un prototipo de producción del kit a finales de este año
- instalar para finales de 2019 postes de luz e internet públicos en 100 nuevas comunidades, en zonas de conflicto de Colombia.
«es un gran reto: la mayoría son de muy difícil acceso; para llegar hasta alguna tenemos que utilizar furgonetas, lanchas e incluso avionetas»
- 2011 237 100 personas de Colombia, Chile, Brasil, Ecuador, Jamaica, Ghana, Kenia y Marruecos dispongan de redes de alumbrado público
- 2016 3 500 personas de zonas rurales de Colombia estén conectadas a internet
‘Un litro de luz’ se concibe como un programa de código abierto
Es fácilmente replicable por cualquier persona alrededor del mundo, utilizando materiales accesibles y con habilidades básicas de carpintería y electrónica. En cada comunidad se colocan, durante un fin de semana, entre 40 y 50 farolas “inteligentes”.
Cada una cuesta unos 500 dólares, incluyendo el taller de capacitación donde se explica a los denominados “embajadores de luz” de cada comunidad cómo se construyen y se mantienen estos postes de luz e internet.
La multinacional alemana SAP también ha querido unirse a ‘Un litro de luz’ mediante el desarrollo del servicio de mantenimiento LIFE (Life and Internet For Ever).
«Nuestro objetivo con LIFE es garantizar que toda la inversión que estamos realizando en estas comunidades permanezca en el tiempo, de forma que nuestros socios, como Fundación Aquae, que nos apoya desde 2016, puedan estar tranquilos»
‘Un litro de luz’: 7 años iluminando vidas
Con un préstamo de 100 000 pesos colombianos (30 euros), en 2011 Herrera fundó ‘Un Litro de Luz’.
- Inicialmente, se centró en alumbrar hogares utilizando botellas de plástico recicladas, rellenas de agua y cloro, y colocadas en el techo. Una técnica que conoció gracias a Illac Díaz, el hombre que la implementó en Filipinas, país que actualmente registra 30 000 instalaciones de ‘botellas de luz’.
El reto es inmenso: 31 millones de personas viven sin luz en América Latina», destaca el fundador de esta ONG.
- En 2014 desarrolló un modelo propio de alumbrado público gracias a postes que se alimentan de energía solar, construidos con un tubo de PVC, una botella de plástico, un panel solar, una bombilla LED y una pequeña batería de moto. El sistema absorbe la luz solar mediante el panel y almacena la energía para su uso nocturno.
«Nuestros postes de luz, que tienen una vida útil de 16 años, incluyen componentes reciclados y un chip de alta tecnología que garantiza que la luz dure un millón de horas»
- En 2016, este sistema de iluminación callejera empezó a integrar un módem y un router Wi-Fi, brindando servicio de internet a las comunidades. ‘Linternet’ ya ha permitido conectar a 3 500 personas de zonas rurales de Colombia.
Estas comunidades pueden elegir entre acceder a internet en tiempo real, lo que cuesta 50 centavos de dólar al día, o acceder a outernet (internet con un desfase de un día), un servicio gratuito.
De estos 50 centavos, la mitad van a una cuenta de ahorro que a final de año pueden utilizar para comprar un nuevo purificador de agua, mejorar el techo de su escuela o comprar una lancha-ambulancia, como han hecho en una comunidad de Chocó, en un modelo de economía compartida.
«Comunidades que llevan 80 años esperando la luz, durante un fin de semana se encuentran con acceso a luz e internet. Un cambio radical para ellos.
representa una enorme oportunidad desde el punto de vista de la seguridad, la educación, la telemedicina, el ocio o la cohesión social.
Cuando en 2014 estábamos instalando nuestros primeros postes de luz en Medellín, una niña de doce años nos comentó que estaba muy contenta porque ahora iba a poder ver quién estaba al final del camino.
Este sentimiento ilustra muy bien cómo la llegada de la luz supone para muchas niñas y mujeres lo que nosotros denominamos “seguridad de género”»
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