Muchas empresas ignoran los crecientes riesgos que plantea el cambio climático a costa de su propia seguridad
De hecho, el informe global de riesgo del Foro Económico Mundial 2021 reveló que los tres principales riesgos empresariales «más probables» en la próxima década están relacionados con el clima:
- Condiciones meteorológicas extremas
- Fracaso de las medidas contra el cambio climático y
- Daños ambientales provocados por el hombre.
En 2020 se produjeron más catástrofes meteorológicas y climáticas que nunca, y se estima que el 70 % de ellas se hicieron más probables por el cambio climático impulsado por el hombre. Según el Informe Mundial sobre desastres 2020, elaborado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, los problemas causados por la falta de cuidados del medio afectaron a 1.700 millones de personas en todo el mundo.
El mal tiempo es obviamente, malo para los negocios
Los fenómenos meteorológicos causaron 2,5 billones de dólares en daños entre 2011 y 2020 en todo el mundo, un 50 % más que la década anterior. Estos eventos afectan a las corporaciones de innumerables maneras, desde operaciones interrumpidas cuando las personas no pueden ir a trabajar o fallos en los servicios públicos, hasta crisis en las cadenas de suministro, activos dañados e inventario perdido.
Las empresas también deben responder a las crecientes exigencias de los consumidores y los reguladores. Según una IBM, el 80 % de los consumidores indica que la sostenibilidad es importante para ellos y el 60 % está dispuesto a cambiar sus hábitos de compra para reducir el impacto ambiental, una proporción que podría seguir aumentando a medida que el cambio climático empeora. Por todo ello, abordar el riesgo climático se ha convertido en un imperativo empresarial fundamental, que requiere aprovechar los datos meteorológicos y climáticos, responder a los retos operativos de las interrupciones climáticas e implementar una planificación a largo plazo para el impacto del cambio climático en las estrategias e inversiones de las empresas.
Una nueva guía corporativa para la respuesta climática
Empresas de todo el mundo ya están utilizando tecnologías meteorológicas avanzadas y de inteligencia artificial para abordar los desafíos relacionados con el clima.
La compañía brasileña de etanol, bioelectricidad y azúcar BP Bunge Bioenergia utiliza datos medioambientales y análisis geoespaciales para comprender mejor su producción de caña de azúcar y mejorar sus estimaciones de inteligencia de mercado.
Cajamar está utilizando esta combinación de tecnologías en la recientemente creada Plataforma Tierra, para ayudar a los agricultores españoles a mejorar los rendimientos de sus producciones agrícolas y reducir el impacto ambiental. En concreto, la herramienta ofrece servicios como el cálculo de riego semanal que necesitan los cultivos o un servicio para calcular el uso de fertilizantes, basándose en el análisis del tipo de cultivo, el suelo o los objetivos de producción.
A través de la combinación de Inteligencia Artificial y datos meteorológicos de The Weather Company, esta plataforma no solo puede ofrecer a la industria agroalimentaria una forma más eficiente, sostenible y rentable para las explotaciones agrícolas, sino que también puede ayudar a prevenir eventos climáticos como el riesgo de heladas, la radiación o fenómenos como la evapotranspiración.
Desafortunadamente, hay algunos factores que frenan la innovación
- Los procesos para unir la ciencia climática con las operaciones comerciales son complejos y engorrosos. La evaluación de los riesgos climáticos requiere el análisis de conjuntos de datos geo-temporales masivos, una tarea que implica un trabajo manual intensivo y potencia informática.
- Las habilidades necesarias (análisis de datos, análisis climático, modelado) son avanzadas y pueden ser difíciles de encontrar.
- Los métodos actuales de recopilación e informes sobre datos de emisiones de carbono a menudo se realizan manualmente y ad-hoc, lo que ejerce una mayor presión sobre los recursos operativos y no ofrece resultados oportunos o consistentes.
Lo que las corporaciones necesitan es acceso a un software que combine datos de IA, tiempo, clima y operaciones en un solo lugar, para que en última instancia sea más fácil gestionar los riesgos climáticos que afectan a las operaciones comerciales, así como avanzar en objetivos ambientales y de sostenibilidad más amplios. Al incorporar nuevas tecnologías, desde la visión por ordenador que puede monitorizar infraestructuras como diques hasta la IA que puede modelar qué vegetación es susceptible a los incendios forestales, las empresas pueden alcanzar un nuevo nivel de preparación para el clima. Con ello, pueden vigilar las condiciones ambientales perturbadoras, predecir mejor los impactos potenciales y medir e informar sobre su contabilidad del carbono en primer lugar.
Los desafíos planteados por los riesgos climáticos son considerables. Pero la buena noticia es que la tecnología necesaria para que las empresas afronten estas amenazas está desarrollada, es accesible, fiable y cada día más potente. Al aplicar las últimas investigaciones en ciencia climática e Inteligencia Artificial a los desafíos empresariales, las empresas pueden desempeñar un papel fundamental en la construcción de una economía más sostenible y garantizar un futuro seguro y saludable para todos nosotros.
Belén Perales Martín, Corporate Social Responsibility Manager, IBM Spain