La gestión ética, la inclusión y el cumplimiento de los ODS son claves en la gestión de las organizaciones, también de los hospitales
Fundación Espriu es la segunda red de cooperativas sanitarias del mundo. Ofrecen tres cñaves a la hora de acometer un plan de RSC:
Compromiso con la gestión ética
La sostenibilidad es uno de los requisitos que debe cumplir toda entidad que quiera ser éticamente responsable. Elaborar memorias anuales de sostenibilidad se convierte en un imprescindible. Realizar informes de progreso en relación a los 10 principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas ayudan a las organizaciones sanitarias a construir un modelo que contribuya a la mejora de la salud y el bienestar para todas las personas.
Inclusión
Fomentar el empleo de las personas con discapacidad es otro de los elementos diferenciadores que hacen que la gestión de la sanidad sea socialmente responsable.
“Fomentar la gestión de la discapacidad significa cambiar la forma de entender la organización de la sanidad que teníamos hasta el momento. Por ello, desde la Fundación Espriu apostamos por la inclusión de todas las personas y un ejemplo de ello es la certificación Discret en gestión de la discapacidad con la que cuenta uno de nuestros hospitales, el hospital HLA Moncloa” Carlos Zarco, director general de la Fundación Espriu
Consonancia con los ODS
Integrar los 17 objetivos globales aprobados por la ONU en la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible es otro de los requisitos que debe cumplir cualquier modelo sanitario que aspire a construir un mundo socialmente responsable.
El modelo cooperativo sanitario lleva la RSC en sus genes debido a su carácter, consiguiendo que sus objetivos sean sostenibles y, finalmente, logrando la satisfacción de las personas. La Fundación Espriu, a través de las distintas cooperativas que la integran, ha apostado por la RSC desde sus inicios.
En concreto, desde la Fundación Espriu, integrada por las instituciones Autogestió Sanitària SCCL, Lavínia SCoop, Instalaciones Asistenciales Sanitarias Scias SCCL y Asisa, señalan que el modelo cooperativo cumple en su esencia con los ODS y apuntan especialmente a cinco de ellos que todo modelo de gestión sanitaria debería incorporar por la propia naturaleza de su actividad:
o Objetivo 3: Salud y bienestar. Fomento de la vida saludable y la promoción del bienestar universal.
o Objetivo 8: Trabajo decente y crecimiento económico. Generación de empleo digno y apoyo al crecimiento económico. El modelo cooperativo impulsa especialmente la economía local.
o Objetivo 9: Industria, innovación e infraestructuras. Fomento de la innovación a través de las TIC en la gestión de la calidad en su asistencia sanitaria.
o Objetivo 10: Reducción de las desigualdades. La forma democrática de elegir a sus propios directivos y de tomar decisiones, propia del modelo cooperativo, promueve la igualdad de tratamiento y de derecho, así como la calidad asistencial.