En España viven 4 millones de personas con algún tipo de discapacidad
Muchas cuentan con un cuidador, esencial en su día a día. Sin embargo no se le presta especial atención, a pesar de estar habitualmente expuesta a una sobrecarga física y emocional.
Los cuidadores son, en su mayoría, mujeres
Se sienten desatendidos por las instituciones que despilfarran recursos sin adaptarse a las verdaderas necesidades. Las políticas están orientadas en exclusiva hacia las personas con discapacidad, no hacia ellas. Pero ¿quién cuida al cuidador?
Sin apoyos ni ayudas en sus tareas de cuidado, ni de entidades, ni de la propia familia. Victoria Camps definió «CUIdadanía» como es capa social que cuida gratis, y cuyo papel apenas es reconocido.
Esa tarea de cuidado es un coste de oportunidad, una pérdida de oportunidades: se dejan de hacer otras cosas mientras cuidan, y puede tener consecuencias negativas en su vida personal o en su salud. Los cuidadores reconocen sentirse afectadas por sus tareas de cuidado de muy diversas formas:
- En relación con el trabajo.
- La formación.
- El ocio.
- Las relaciones familiares y personales.
Paradójicamente, su salud percibida es bastante buena, y pocos muestran algún tipo de sobrecarga cuando se mide con una herramienta estándar como la escala de Zarit.
«Probablemente, tienen unos principios muy relacionados con el sacrificio y la renuncia, algo que han ido asumiendo por su propia experiencia personal y vital.
Consideran la resignación como un valor en sí mismo y no contemplan la renuncia como tal»
Daniel Rueda Estrada, UOC
Recursos y verdaderas necesidades
Las medidas proporcionadas por la Administración son esencialmente «ineficaces», basadas en estereotipos que no se ajustan a la realidad.
Lo que más demandan es atención domiciliaria, que cumple una función de respiro y que podría desvelar «la carga» real que estas personas están soportando. Menos empoderamiento y más descarga.
«No se trata solo de aumentar recursos y contentarse con ello sino que es importante gestionarlos bien«
Deben llegar a quien lo necesita y de la forma en que lo necesita, y no basarse en protocolos generales. Curiosamente, aunque el ámbito rural suele disponer de menos servicios, se demanda que se apoye de forma específica estas zonas.
«Es probable que en los pueblos exista una red vecinal de apoyo que compense la menor cobertura»
En realidad, nunca se ha puesto en la balanza el verdadero valor del cuidado en el PIB, a pesar de que vivimos en una sociedad en la que todo está mercantilizado. Y no puede venir solo del ámbito familiar o del tercer sector.
«Las administraciones deben asumir de una vez que tienen la obligación de garantizar la igualdad de todo el mundo, y esto incluye tanto a las personas con discapacidad como a quienes las cuidan, que son las grandes olvidadas»
Fuente: Álamo-Martín, M. T. del; Rueda-Estrada, J. D. (2022). El cuidado y sus protagonistas. Diagnóstico de una realidad oculta. Trabajo Social Global-Global Social Work, 12, 1-25. https://doi.org/10.30827/tsg-