Hace 5 años, Patricia Ratia supo ver cómo los paradigmas culturales están – y cada día más- en permanente cambio. Por eso, junto a sus dos compañeros Marta Nicolás y Juan Sánchez-Herrera, fundaron la startup SamyRoad, un escaparate donde creadores de todo el mundo pueden compartir y recomendar su propio contenido en diferentes formatos (imágenes, vídeos, etc.) categorizado por pasiones.
Lo que hoy ya se ha consolidado como una empresa de éxito, nació porque sus fundadores fueron atrevidos y se lanzaron de cero a solucionar una nueva necesidad que localizaron durante su etapa en trabajos anteriores: la selección por parte de las marcas de influencers con perfiles afines a ellos para realizar branded content y el posterior contacto con ellos. Y es que ya nada es igual: hoy a los jóvenes consumidores se les conoce como millenials; a los líderes de opinión se les conoce como influencers y todas las empresas demandan cada vez más participar en los medios sociales aportando contenido creativo.
Todo empezó cuando un grupo de amigos detectó la existencia de un gran talento en internet, pero con un importante problema: en muchas ocasiones se perdía entre la cantidad de información que se genera en internet y pasaba desapercibido. Patricia, Marta y Juan decidieron crear una nueva forma de intermediar y catapultar a los creadores a través de una plataforma que trabaja para dominar el marketing de contenidos en un nuevo contexto mundial y aglutinar material interesante y relevante sobre las pasiones de sus usuarios que diariamente crean y comparten. Así que se pusieron de acuerdo y comenzó una aventura.
Hoy ya han pasado 5 años desde que Patricia Ratia dejara su trabajo en una de las Big Four y fundara SamyRoad junto a Marta y Juan. Su apuesta por esta compañía fue clara y hoy es CFO (Directora Financiera) de una empresa que no deja de crecer y ya cuenta con una financiación de más de 1.2 millones de euros.
Sus compañeros le definen como una mujer todoterreno, incansable y siempre positiva pero, sobre todo, es una verdadera aventurera. Y es que desde que surgió la idea de este negocio, siempre tuvo muy claro que se trataba de un proyecto apasionante al que quería dedicarse plenamente.
Actualmente disponen de oficinas en Nueva York y Puerto Rico, y planean dar el salto a América del Sur. Cuentan con clientes que representan auténticas instituciones internacionales. Hablamos de grandes firmas internacionales como Loewe, Asics o DKNY, que ya les han depositado su confianza en el diseño de sus campañas más rompedoras de marketing de contenidos y de influencers.
Y no es de extrañar, ya que cuentan con una comunidad de creadores formada por la friolera de 150.000 usuarios y 35.000 creadores que comparten sus contenidos diariamente y que dan vida a la plataforma. Creadores que, además, son susceptibles de convertirse en protagonistas de una campaña de una firma mundial. Patricia afirma que es esta comunidad la que da un gran valor, al ser quien comparte, recomienda y valora los contenidos.
La plataforma organiza el contenido según las pasiones de sus usuarios con un algoritmo que además está diseñado para filtrar y posicionar el contenido que se comparte en función de calidad y diseño. El usuario puede pasar cada vez más tiempo descubriendo y las marcas pueden llegar directamente a su target. Se trata de una combinación y un equilibrio perfecto entre creadores, usuarios y marcas.
Un equilibrio sólo posible gracias a los expertos en estrategia de marca, campañas creativas y en tendencias del mercado que están detrás y que creen en el proyecto con pasión. Un claro ejemplo de que, tal y como ha demostrado Patricia, creer en un proyecto y emprender con ilusión y esfuerzo, es el primer síntoma del éxito.