En el número 15 de la revista «Amazing Fantasy», publicado en 1962, aparecería un personaje que cambiaría la historia de los cómics: Spiderman
Creado por Stan Lee y Steve Ditko, el Hombre Araña comienza utilizando sus asombrosos poderes exclusivamente en beneficio propio: solo le interesa ganar dinero. Cuando un ladrón escapa delante de sus narices, no hace nada por intentar detenerlo. Pero el destino es caprichoso y su tío Ben será asesinado por ese mismo ladrón. Si lo hubiera atrapado, un desconsolado Peter Parker reconoce que su tío seguiría vivo. Como moraleja final en la última viñeta una voz en off afirmará: «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad».
Los mantras son sílabas o grupos de sílabas sin un significado o definición literal o específico. Tras repetirlas un determinado número de veces con estudiada cadencia, su ritmo y vibración logran liberar nuestra mente. Pero los mantras se pueden usar de forma torticera. Existen falsos mantras que pretenden justificar lo injustificable. La frase «todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades»nos culpabiliza a todos los españoles por igual en esto de la crisis. Cuando la realidad es que la clase media española se ha visto engullida por directivos sin escrúpulos. Como aquel que echa a la calle a 3.141 trabajadores y se ve premiado con un retiro de oro de 2 millones de euros. O esos sindicalistas que tramitaban falsos expedientes de regulación de empleo a cambio de comisiones ilegales. O los políticos que aseguraban que España jugaba en la Champions de la economía o los que permiten que miembros de su partido acumulen dinero más negro que el carbón en cuentas en Suiza. La culpa la tienen los políticos manirrotos que han acumulado una deuda pública de 978.000 millones de euros. Y unos intereses anuales de 48.000 millones de euros.
Los ciudadanos también tenemos nuestra cuota de culpa: haber confiado en esos líderes de pacotilla mientras nos daban la sopa boba del fútbol televisado, de los contratos de trabajo y de subcontratas para realizar aeropuertos, autopistas, torres, puentes, museos… vacíos. Todos tenemos responsabilidad en la crisis. Pero la responsabilidad de los que se han lucrado con votos, contratos blindados, bonus, prebendas y comisiones no es ni mucho menos comparable a la de los contribuyentes que han sufragado esa gran borrachera que ha desembocado en el actual yermo que es España. Mientras unos se emborrachaban con Moët Chandon, otros lo hacían con Don Simón.
Es la hora de la Responsabilidad, de recobrar la Confianza. Es el momento de la Responsabilidad Social Corporativa pero también de la Responsabilidad Social Individual. Es la hora de la Banca Ética y de la Economía del Bien Común, de la Solidaridad y de la Colaboración. Todo ello con mayúsculas.
Por cierto, la frase «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad» nunca la dijo Ben Parker, el tío de Peter, a pesar de que muchos aficionados a nuestro «amistoso vecino» se la atribuyen. Error al que contribuyó tanto la película de Sam Raimi de 2002 como la revisión del personaje en la serie de cómics «Ultimate Spiderman» en la cuales sí que es el autor de la magistral sentencia. Otro mantra más. Aunque mucho más inocente.
Juan Royo, director de culturaRSC.com